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Herencias del pasado, a la basura
L

os funcionarios de los anteriores gobiernos estuvieron dividiendo las empresas públicas para ir debilitándolas y privatizarlas.

Hay varias de ellas, en pedacitos, principalmente del petróleo y de la electricidad. Una de ellas es la Comisión Reguladora de Energía (CRE), con la idea de apoyar a las empresas privadas o privatizadas.

La burocracia ha favorecido a las empresas privadas, como agradecimiento por sus buenos tratos. Pero han ido saliendo la mayoría de los siete miembros de la CRE anteriores y entrarán cuatro nuevos especialistas, como por ejemplo Norma Leticia Campos.

Los acuerdos del anterior CRE protegían a empresas privadas. Por ejemplo, el personal anterior de esta comisión fue el que avaló y autorizó los contratos para la construcción de los gasoductos.

Los manejos, por ejemplo, del gas licuado, han sido un problema con quienes lo usan.

Debe ser, por un lado, Pemex la que maneje todos los asuntos del petróleo, y la CFE la que se haga cargo de la electricidad pública. Y ya hemos visto que en varios casos instituciones afines de investigación han servido de apoyo a estas empresas para realizar trabajos y formar especialistas.

Ya hemos mostrado el ejemplo del desarrollo de la geotermia en Baja California mientras se compra gas a Estados Unidos en vez de producirlo en México. No se están usando plenamente las energías del viento, del sol y el agua.

Es posible que se repita el nivel positivo del crecimiento anterior. Desarrollo que, impulsado por la expropiación petrolera de 1938 y años siguientes, generó 6 por ciento de aumento de la economía durante unos 40 años.

El freno de la economía se inicia a fines de 1982 y se detiene a fines de 2018. No recae específicamente en un presidente, o en un sexenio, sino en varios. Ahora se plantea un periodo de 15 años (Proseden), 2019-2033, para el desarrollo del sistema eléctrico.

Es posible que se vaya planificando progresivamente dicho desarrollo. Se puede ir periódicamente, de forma continua.

Ha habido periodos en nuestra historia en las que cada año salía una memoria de labores que incluía, por ejemplo, en el caso del petróleo, los detalles de la exploración, la explotación, la refinación, la petroquímica, la comercialización, los sistemas de transporte de hidrocarburos, el apoyo administrativo e institucional, el Instituto Mexicano del Petróleo, el proyecto y construcción de obras, actividades financieras, planeación y reforma administrativa y apéndice estadístico. Así fue, por ejemplo, en 1981.

Esto es una muestra del nivel y la forma como se manejó a Pemex.

También es un parámetro sobre los objetivos que deberíamos alcanzar en Pemex.

En cambio, debemos eliminar todos los rastros de los periodos negativos que se vivieron. Ya mencionamos a la CRE y sus actos negativos, incluso en un periodo que se suponía ya positivo y todavía queda mucho por recuperar.

Son muchos los sectores del petróleo y de la electricidad que fueron privatizados durante estas décadas. Y, tarde o temprano, la Nación debe-rá recuperarlos.