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El opositor GNA advierte de una guerra sin ganadores

Fuerzas de líder rebelde siguen ofensiva hacia capital de Libia

Peligra elaboración de hoja de ruta para sacar al país del caos

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▲ Las fuerzas leales al gobierno de unidad de Libia, respaldado por la ONU, llegan a Tajura, un suburbio costero de Trípoli.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de abril de 2019, p. 22

Trípoli. Las fuerzas leales al líder rebelde Jalifa Haftar continuaban el sábado su ofensiva hacia la capital de Libia sin hacer caso a los llamados de la comunidad internacional para que cesen las hostilidades, mientras el jefe del gobierno rival advirtió sobre una guerra sin ganadores.

Hemos tendido nuestras manos hacia la paz, pero tras la agresión de las fuerzas pertenecientes a Haftar (...) la única respuesta será fuerza y firmeza, declaró Fayez al Sarraj, jefe del Gobierno de Unión Nacional (GNA), reconocido por la comunidad internacional, en un discurso televisado.

Sarraj acusó a Haftar de haberlo traicionado y advirtió de una guerra sin ganadores.

El avance del Ejército Nacional Libio (ENL), comandado por el mariscal Haftar, se vio frenado por las operaciones de las fuerzas leales a la autoridad rival, el Gobierno de Unión Nacional (GNA), reconocido por la comunidad internacional y con sede en Trípoli, que intenta frenar la ofensiva lanzada el jueves.

El sábado, las milicias del GNA llevaron a cabo al menos un ataque aéreo contra una posición del ENL a unos 50 kilómetros al sur de Trípoli, en la región de Al Aziziya, indicaron los combatientes de Haftar.

En tierra, los combates entre los dos grupos beligerantes se intensifican en el sur de la capital.

Al menos un grupo armado de Misrata, al este de Trípoli, la brigada 166, llegó al este de la capital para participar en la contraofensiva, constató Afp.

Esperamos órdenes para repeler todo avance del enemigo hacia Trípoli, declaró a el portavoz de este grupo, Jaled Abu Jazia.

Decenas de camionetas armadas con cañones antiaéreos se reagruparon en Tajura, en un suburbio al este de Trípoli.

Desde el derrocamiento en 2011 de Muamar Gadafi, Libia está sumida en el caos. El país tiene numerosas milicias que se disputan regiones y dos autoridades rivales, el GNA, y en el este del país el ENL.

Esta nueva escalada se produce antes de una Conferencia Nacional auspiciada por la Organización de las Naciones Unidas, prevista a mediados de abril en Gadamés, para esbozar una hoja de ruta para sacar al país del caos, con elecciones incluidas.

El enviado de la ONU para Libia, Ghassan Salamé, dijo este sábado que la conferencia se mantiene, a pesar de la ofensiva de Haftar contra Trípoli.

Estamos determinados a organizar esta conferencia en la fecha prevista, del 14 al 16 de abril, salvo que lo impidan circunstancias de fuerza mayor, dijo Salamé en conferencia de prensa en Trípoli.

El canciller ruso, Serguéi Lavrov, pidió un diálogo inclusivo y sin los plazos artificiales que algunos intentan imponer (a los libios) desde el exterior, sin precisar a qué plazo se refería.

Los analistas estiman que la conferencia ya no tiene sentido. Ya significaba poco antes de la ofensiva de Haftar. Ahora significa aún menos, según Jalel Harshaui, investigador del instituto Clingendael de La Haya.

Al partir del país el viernes, el secretario general de la ONU, António Guterres, expresó su profunda inquietud por la situación.

Guterres se reunió el jueves en Trípoli con el jefe del GNA, Fayez al Sarraj, y el viernes con el mariscal Haftar en Bengasi (este).

El jueves, Haftar ordenó a sus fuerzas avanzar en dirección de Trípoli. Llegó la hora, dijo en un mensaje de audio, prometiendo no dañar a los civiles, las instituciones del Estado y los extranjeros.

Esta escalada de la violencia inquieta entre la población civil de la capital, aunque el centro de la ciudad no parecía alterado.

Los civiles, sin embargo, acudieron a los comercios para abastecerse de alimentos y combustible.