Desde la tribuna del Senado, donde fue recibido en sesión solemne, el director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Roberto Azevêdo, advirtió que las tensiones actuales entre importantes actores comerciales están poniendo seriamente a prueba a toda la comunidad internacional”.

Estos tiempos están demostrando ser tiempos difíciles para el comercio y para el sistema de comercio e insistió ante los legisladores: Los riesgos son reales y sus repercusiones económicas también lo son. Estamos siendo testigos de una desaceleración del crecimiento del comercio.

En su discurso, desde el presidium en que estuvo acompañado por el presidente del Senado, Martí Batres, y los demás integrantes de la mesa directiva, el director de la OMS resaltó que sus economistas prevén que la tasa de crecimiento de volumen del comercio de mercancías caerán en 2019 hasta en 2.6 por ciento.

Explicó que en 2018, ese crecimiento fue de 3 por ciento, y en 2017, alcanzó 4.6 por ciento, por lo que la nueva perspectiva es una mala noticia para todo el mundo por lo que debemos responder a esta situación.

Expuso que el organismo ha adoptando medidas para mejorar las perspectivas del comercio mundial y para revitalizar el crecimiento del intercambio. Estamos trabajando de manera urgente para rebajar las tensiones, facilitar el diálogo entre los países miembros acerca de las cuestiones fundamentales. Se complementan los esfuerzos bilaterales y se ayuda a solucionar sus diferencias.

La OMC trabaja también, subrayó, para reformar la arquitectura del comercio y asegurarnos de que pueda responder a una economía en proceso de cambio.

Azevêdo resaltó que sin la OMC el mundo viviría la ley de la selva y algunos conflictos técnicos menores se convertirían rápidamente en guerras comerciales y éstas suelen tener consecuencias políticas, afortunadamente no es ésa la realidad de hoy.