Años después de la muerte de Jesús, María de Nazareth decide contar de manera terrenal la verdad sobre la historia de su hijo.

El testamento de María es un monólogo sobrecogedor, explicó Luly Garza, quien encarna a la mujer desgarrada que relata los extraños y convulsos acontecimientos. No es una virgen ni diosa, sino una madre judía, ciudadana de un extremo del imperio romano, convencida de que su hijo fue influenciado y usado por malas compañías.

En esta obra, de Colm Tóibín, dirigida por Itari Marta, el personaje de María vive sus últimos años en Éfeso, vigilada y custodiada por dos discípulos de su hijo cuyo fanatismo la exaspera. Sabe que se escriben mentiras sobre lo que sucedió en Jerusalén y está dispuesta a contar la verdad.

La mujer tampoco reconoce a Jesús como hijo de Dios, sino más bien lo ubica como un hombre con un proyecto revolucionario, el cual gente en el poder logró detener finalmente.

Encarnar a María, aceptó Garza, es un trabajo escénico de emociones complejas y difíciles. El personaje me exige mucho porque tiene diversos matices, entre los que sobresale el gran amor que siente por su hijo en una época en que las mujeres estaban más reprimidas que ahora.

María es una madre muy humana, humilde y supersticiosa que vivía de acuerdo con las tendencias religiosas del momento, porque todavía no existía el cristianismo. Además, no puede desprenderse de ese sentimiento de culpa por no haber estado a la altura de las circunstancias, pues presenció la siniestra crucifixión de su hijo y al sentir terror terminó por huir, abandonando a Jesús cuando más la necesitaba.

Símbolos

El testamento de María, afirmó Luly Garza, no pretende cuestionar si María era virgen o si Jesús fue hijo o no de Dios, sino la tesis de la obra propone mostrar quiénes somos y qué hemos sido en el mundo. Sin duda, este monólogo es una herejía, pero no falta al respeto y no se ciñe a las sagradas escrituras. Es una ficción que utiliza los dos símbolos más importantes del sacrificio y la pureza.

La propuesta de Itari Marta fue presentar a María en la cocina de su casa, mientras cuenta lo que pasó con su hijo. Entonces de verdad cocino. La carne, chiles, cebollas, perejiles, aceite caliente y agua hirviendo son los sonidos y aromas que forman parte del diseño de arte de la obra.

El testamento de María comenzó su décima temporada con funciones los miércoles a las 20 horas en la Sala Novo, ubicada en Madrid 13, colonia Del Carmen Coyoacán. Concluirá funciones el 26 de junio.