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Concluye temporada el montaje de Cállate y rema, en el Cenart
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▲ Los actores Luis Cárdenas White y Ángeles Marín en una escena de la obra de Julián Robles.Foto Luis Castillo
 
Periódico La Jornada
Martes 12 de marzo de 2019, p. 6

Después de 20 funciones la obra Cállate y rema: instrucciones para morir, del dramaturgo Julián Robles y dirigida por Ricardo Ramírez Carnero, concluyó temporada en el teatro Salvador Novo del Centro Nacional de las Artes (Cenart), donde Gabriela Pérez Negrete, directora de la Escuela Nacional de Arte Teatral, y el actor Alberto Estrella develaron la placa.

Estrella se refirió a la obra como ‘‘un Esperando a Godot moderno”, pues incluso en ese mundo de muertos, añadió, ‘‘nos dicen que hay que vivir con intensidad”.

Robles, en entrevista con La Jornada, dijo que al escribir esa pieza en 2011 estaba ligado al teatro como productor, aunque había hecho obras con otras líneas. Con ésta intentó acercarse a un género que le gusta mucho: el teatro del absurdo, en el que ‘‘no hay la necesidad de explicarlo todo, sino tener una idea más o menos. Como dijo Alberto Estrella, el texto es un canto a la vida aunque habla de la muerte”.

Cállate y rema se publicó hace tres años en la revista Tramoya, de la Universidad Veracruzana; había tenido lecturas, pero apenas se montó.

¿Cómo se escribe una obra de teatro del absurdo? ‘‘No hay que creerse nada y hay que reírse de todo”, se contestó Robles. “Tiene que haber una desconexión en el lenguaje sobre todo, más que en la escena. Pienso en los clásicos: Eugène Ionesco, Samuel Beckett y el cubano Virgilio Piñera, que es buenísimo aunque pocas veces se le reconoce como escritor del absurdo. En realidad antecedió a Ionesco porque La cantante calva se escribió un año después de Falsa alarma, de Piñera.

El director Ramírez Cordero, a su vez, quiso un texto que hablara de la muerte, pues hace un lustro perdió a su pareja de tres décadas. Robles le mostró Cállate y rema. El proyecto, no obstante, tardó cuatro años, y cambió su perspectiva. ‘‘Pasé del estado de duelo a rehacer las cosas y el texto se restructuró. La obra es una elegía a la vida, no a la muerte.

‘‘La obra cuestiona las instrucciones para morir. ¿Dónde están?, ¿cuándo termina uno de morir o vivir? La dificultad consistió en encontrar el sentido y el humor.”

Para el estreno de Cállate y rema: instrucciones para morir, los actores fueron Ángeles Marín y Luis Cárdenas White. La música en vivo corrió a cargo de Juan Pablo Villa.