Las empresas familiares generan dos de cada tres empleos en México; sin embargo, la violencia en el país, la falta de preparación y la discriminación de género se cuentan entre los factores que abonan a que éstas no sobrevivan el cambio generacional, advirtió Carlos Núñez Urquiza, director ejecutivo del Centro Citibanamex para el Desarrollo de la Empresa Familiar.

El investigador recordó que nueve de cada 10 empresas en el país son familiares y pese a que generan 62 por ciento del producto interno bruto (PIB), sólo una de cada tres llega a la tercera generación, expuso durante la presentación del libro La sucesión en la empresa familiar mexicana, editado por la Universidad Nacional Autónoma de México.

Si la inseguridad se vuelve un cerco para el crecimiento de las empresas familiares, donde los dueños ponderan el bienestar de sus familias frente a la prosperidad de sus negocios, se resume en un rotundo sí, de acuerdo con el investigador.

Núñez Urquiza añadió que hace falta una mayor participación de la mujer en la empresa familiar, porque la discriminación de género permanece. De hecho, en la actualidad, tres de cada cuatro cargos directivos en estas unidades económicas están ocupados por hombres.

Por último, los rezagos en temas de gestión e institucionalización de las empresas familiares se cuentan entre los temas que más impactan. De acuerdo con las investigaciones que se han realizado en el centro, sólo 79 por ciento de ellas tiene constituido un consejo de administración y sólo en 73 por ciento se trata de un consejo verdaderamente operativo, expuso Núñez.