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Los niños tienen derecho a sentirse orgullosos de nuestra identidad
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▲ El libro de Lara González se ha enseñado en tres municipios de Hidalgo y tres de Querétaro.Foto Roberto García Ortiz
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 10 de febrero de 2019, p. 7

Pareciera lógico que los aparatos para convertir en tortilla el maíz, en México y Centroamérica: el molcajete, el metate y las tres piedras que soportan al comal, llamadas tenamaxtli, tengan tres patas, pese a que dicha base bien pudiera ser de cuatro, cinco, seis o de una sola pierna. Existen, además, razones míticas que se preservan extendidamente como costumbre en la región, si bien mayoritariamente se ignora la cosmogonía de la cual provienen.

En la era del Quinto Sol, Quetzalcóatl, convertido en hormiga negra, siguió a una roja para penetrar en las profundidades del cerro de Tonacatépetl y robarse un grano para otorgarlo a los humanos y proveerlos de alimento, luego de crearlos moliendo los huesos que rescató del inframundo, a los que dio vida con su propia sangre y simiente.

Cuando vemos un metate, sus tres patas forman un triángulo, en representación de la montaña donde se encontró el maíz, y con el brazo tienes que moler sus granos, porque no se da en forma silvestre, sino que debe ser trabajado y cultivado: así formas la masa, después le aplaudes y la echas al fogón, también de tres piedras, primero de panza y luego de espaldas. Al inflarse otra vez es la montaña de la fertilidad del maíz, pero también la semilla sagrada del ser humano guardada en la parte testicular del hombre, y ahí está el equilibrio de la dualidad, de nuestra institución que es la familia, explica el investigador Everardo Lara González.

Los ejemplos de estos mitos aplicados se multiplican: el 2 de febrero, Día de la Candelaria, se corresponde con el ritual de selección de la semilla; por eso, en San Gregorio Atlapulco, Xochimilco, hasta hace unas décadas, se colocaba al Niño Dios encima de una cama de maíz, porque es la representación del Niño-Maíz.

Dichas fechas fueron establecidas por Fray Bernardino de Sahagún, quien arribó a la Nueva España en 1529 y para 1531 estableció la conciliación de fechas entre las creencias católicas y las originarias, pues el 26 de julio de ese año, en el cerro de Sangremal, se dio la aparición de Santiago Matamoros, justo en la segunda fecha en que se celebraba el paso cenital del sol y, meses más tarde, el 12 de diciembre, la de la Virgen de Guadalupe, en coincidencia con el solsticio de invierno y el culto a Tonantzin. Aunque con el ajuste del calendario juliano al gregoriano, a partir de 1582, las fechas no se actualizaron. Por eso, el 2 de febrero debiera ser el día 12, y el 12 de diciembre el 22; así cuadran las cuentas, enmienda el egresado y ex profesor del Instituto Politécnico Nacional.

Presentación, el 12 de febrero

Muchos hechos astronómicos similares se relataban de forma mítica antes de la Colonia y luego de ella con otra forma de contar, como el ritual católico, pero frecuentemente coinciden, explica el autor del libro El origen de Mexhico desde su matemática y tradición en peligro de extinción (Cámara de Diputados/Conalep), que presentará el 12 de febrero en el auditorio del Centro Cultural del México Contemporáneo (Leandro Valle 20, Centro Histórico de Ciudad de México), a las 17:30 horas.

La actividad forma parte de la jornada cultural Escogiendo las semillas, organizada por Tepito Arte Acá, que se realizará entre las 13:30 y las 20:30 horas en ese recinto y en la Plaza de Santo Domingo, con conferencias en torno a la matemática mesoamericana y proyectos educativos rurales: la cuenta ceremonial del maíz, el Jun Jun y el Tzun (juegos matemáticos maya y de la Sierra Norte de Puebla), el kuilichi purépecha, la base 20, y más tarde con presentaciones de danza, conciertos de hip hop y la puesta teatral El pachuco y el jaguar, del propio Everardo Lara, con dirección de Susana Meza.

Basado en la teoría educativa del constructivismo social del sicólogo ruso Lev Vygotski –que plantea que para que el conocimiento sea significativo debe crearse un contexto ambiente social y cultural– el libro se propone como método de enseñanza para comunidades rurales reforzado con las matemáticas de las culturas originarias, un conocimiento iniciado hace 3 mil 500 años pero cuya transmisión se interrumpió en 1521, que enseña a analizar, razonar e interpretar.

Dicha propuesta se ha implementado como programa piloto en tres municipios de Hidalgo –Huichapan, Tecozautla y Nopalan–, y dos de Querétaro –Amealco y San Juan del Río–, obsequiando el libro a los maestros. Próximamente estará disponible en línea, cuyos beneficios ya fueron aplicados en tres escuelas. Sus frutos aparecen publicados en el volumen 15 número 2 de la Revista Digital Universitaria de la Universidad Nacional Autónoma de México de febrero de 2013, con el resultado de que ningún niño reprobaba la prueba Enlace: al insuficiente lo dejamos en cero y con el bueno y el excelente llegamos a lograr casi 90 por ciento, recuerda el experto en Nepohualtzitzin, coloquialmente llamado el ábaco mesoamericano.