Ciencias
Ver día anteriorViernes 1º de febrero de 2019Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
Diseñan en EU robot inteligente que está más cerca de ser autoconsciente

El prototipo es capaz de crear una imagen de sí mismo, algo que fue considerado ciencia-ficción

 
Periódico La Jornada
Viernes 1º de febrero de 2019, p. 2

Washington. Científicos estadunidenses utilizaron la técnica del aprendizaje automático para diseñar un robot inteligente que se encuentra más cerca de ser autoconsciente, algo que durante décadas fue considerado ciencia ficción. Creado en la Universidad de Columbia, es capaz de simular una imagen de sí mismo.

El estudio publicado este jueves en la revista Science Robotics describió a un robot que aprende qué es él mismo sin conocimiento anterior de física, geometría o dinámica motriz.

Los humanos pueden imaginarse a sí mismos en futuros escenarios o aprender reflexionando sobre sus experiencias, pero los robots no se han simulado anteriormente de la misma forma en la que lo hacen las personas, según la investigación.

Los científicos crearon un brazo robótico sin dar pistas al humanoide de cuál es su forma. De cuatro grados de libertad, se movió en un principio al azar y reunió unas mil trayectorias, cada una compuesta de 100 puntos.

Después de menos de 35 horas de entrenamiento con la técnica de aprendizaje profundo, el robot creó un modelo hecho por él mismo similar al humanoide físico con un margen de unos cuatro centímetros.

Si deseamos que los robots se vuelvan independientes, que se adapten rápidamente a escenarios no previstos por sus creadores, entonces es esencial que aprendan a simularse, explicó Hod Lipson, profesor de ingeniería mecánica de la universidad, quien dirigió el trabajo.

Se mostró que con un control de circuito cerrado que permita al robot recalibrar sus movimientos a lo largo de la trayectoria, podría tomar pelotas de una mesa y colocarlas sobre un vaso con una precisión de ciento por ciento.

Eso es como intentar recoger un vaso de agua con los ojos cerrados, un proceso difícil incluso para los humanos, observa el autor principal del trabajo, Robert Kwiatkowski, estudiante de doctorado en el Departamento de Informática que trabaja en el laboratorio de Lipson.

Los humanos son únicos en su capacidad de imaginarse a sí mismos en escenarios futuros, como caminar por la playa en un día cálido y soleado, y también pueden aprender revisando experiencias y reflexionando sobre lo que salió bien o mal. La mayoría de los robots aún aprenden utilizando simuladores y modelos proporcionados por humanos, o mediante pruebas y errores laboriosos que requieren mucho tiempo; de forma que los robots no han aprendido a simularse como lo hacen las personas.

Hasta la fecha, los robots han sido operados por un humano que los modela explícitamente.

Sistema de circuito cerrado

El automodelo se realizó en un sistema de circuito cerrado que permitió al robot recalibrar su posición original entre cada paso a lo largo de la trayectoria, basándose completamente en el prototipo interno. También se empleó el robot de automodelado para otras tareas, como escribir texto usando un marcador. Para probar si podía detectarse daño a sí mismo, los investigadores imprimieron en 3D una parte deformada para simular la afectación y el robot pudo detectarla y volver a entrenar su automodelo. El nuevo permitió que el robot reanudara sus tareas de recoger y colocar con poca pérdida de rendimiento.

Lipson, quien también es miembro del Instituto de Ciencia de Datos, señala que la autoimagen es clave para permitir que los robots se alejen de los límites de la llamada inteligencia artificial estrecha hacia habilidades más generales.

Cree que la robótica y la inteligencia artificial pueden ofrecer una nueva ventana al antiguo rompecabezas de la consciencia.

Lipson y Kwiatkowski son conscientes de las implicaciones éticas. La autoconsciencia llevará a sistemas más resistentes y adaptativos, pero también a cierta pérdida de control. Es una tecnología poderosa, pero debe manejarse con cuidado. Los investigadores exploran si los robots pueden modelar no sólo sus propios cuerpos, sino también sus mentes, si pueden pensar.