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Negocios y empresas

Confianza

L

a confianza es una de las principales fuerzas productivas de un país. Cuando la gente piensa que las acciones llevadas a cabo por el gobierno rinden frutos, está dispuesta a cooperar, invertir y trabajar más fuerte.

A nivel económico la confianza se traduce en un impulso de trabajadores, empresarios, administradores públicos, campesinos y demás sectores sociales para mejorar sus actividades y hacer un mayor esfuerzo por salir adelante.

Pero si, como en el caso del gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto, en lugar de generar confianza en el manejo de los recursos públicos se percibe que no se respeta el estado de derecho, que se protege a los funcionarios que violan la ley y se permite la corrupción en todos los niveles, la población se desanima y realiza un menor esfuerzo por mejorar.

A diferencia del gobierno anterior, el actual comienza con un alto nivel de confianza, en el que se aprecia que va en serio el ataque a la impunidad y a la corrupción. A casi dos meses de que comenzó la administración de Andrés Manuel López Obrador, las encuestas muestran que el ataque al robo de combustibles y los programas sociales van en serio. La gente está dispuesta a cooperar o a privarse de algunos bienes en forma temporal (como la gasolina) para tratar de impulsar un país más justo y productivo.

Tal parece que ya penetró en la sociedad la idea de que no se puede vivir con tanta impunidad y tanto robo a la nación, y esto se convierte en un fuerte impulso para hacer las cosas cada vez mejor. Cuando los ciudadanos ven resultados tangibles en la lucha contra la corrupción, comienza un cambio de percepción y es entonces cuando a nivel cultural se inicia una transición.

Sea uno de derecha o de izquierda, fiel seguidor de López Obrador o crítico feroz, lo que se percibe es que existe no únicamente la intención, sino la estrategia para transformar este país.

Hasta el momento no se sabe cuáles serán los resultados tangibles de las medidas adoptadas, todavía hay fallas e improvisación, pero el cambio en las políticas públicas comienza a hacer mella en la sociedad y tal parece que este cambio generará buenos frutos a largo plazo.