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De Nuestras Jornadas

Choferes: entre lo legal y lo ilícito

Q

ue los operadores del transporte urbano de pasajeros –pesado, mediano o liviano– hayan cobrado más de la tarifa autorizada durante la Nochebuena y parte de la Navidad es un hecho que, por lo menos en Acapulco, a nadie tomó por sorpresa, debido a que los concesionarios y operadores han hecho de esa costumbre casi una ley.

Los usuarios del transporte de esta ciudad saben de años que eso ocurre siempre la víspera de Navidad y de Año Nuevo. Es el procedimiento mediante el cual los trabajadores del servicio de pasajeros se procuran un ingreso extra que les permita afrontar los gastos de la cena, del brindis y de los otros agasajos y festejos de fin de año.

Es una práctica no autorizada por ninguna instancia del gobierno; no está en la ley, ni en el reglamento, y es, por lo tanto, ilegal.

Pero no siempre lo ilegal es ilegítimo. Los choferes del transporte de pasajeros deberían tener derecho formal a las prestaciones del resto de la fuerza de trabajo que opera en la formalidad. Ellos mismos operan legalmente por cuanto usufructúan una concesión dada por el gobierno que, en teoría, cumple todos los requisitos de ley.

Pero no cuentan con esas prestaciones. Es el Poder Legislativo local la instancia que debe idear o hallar la manera de completar la formalidad de los trabajadores del volante, quienes están tan desprotegidos como cualquier empleado que opera en la informalidad, a pesar de que deben ceñir su desempeño a los reglamentos de Transporte y de Tránsito.

No tienen seguridad social, no gozan de descansos ni vacaciones pagadas, no acumulan antigüedad para hacerla válida en caso de despido, no les pagan aguinaldo ni al triple los días feriados, no les dan bono por productividad, no tienen patrón que aporte cuotas al Infonavit para que ellos pueden poseer una casa. Tienen, a lo sumo, alguna caja de ahorro y un seguro mutualista –constituido uno en cada gremio o sitio– para protegerse de los gastos catastróficos que puede implicar un accidente vial. No más.

Y, quién sabe, tal vez estabilizando su situación laboral ellos retribuyan con buen servicio al usuario.