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El Correo Ilustrado

Luis Everaert, la partida de un gran cronista

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on Luis Everaert ha muerto en la brega de llevar todos los lunes sus saberes sobre Coyoacán a quienes le siguieron fervorosos por varias décadas en la Casa de la Cultura. Se va uno de los cronistas más prestigiados y longevos de nuestra Ciudad de México.

Él fue no únicamente una lección de historia sino parte de ella, a la que la unió una familia francesa que vivió varios de sus capítulos que él amaba recordar. Su extensa biblioteca y su colección personal debían ser consideradas patrimonio cultural de Coyoacán y de Ciudad de México.

Don Luis Everaert estaría feliz de que las nuevas generaciones conocieran y maravillaran con los objetos que exhibía generosamente como pruebas fehacientes de lo que relataba en sus conferencias. Ojalá quienes toman las decisiones entiendan la riqueza del gran legado que nos dejó.

Carlos Martínez Assad

¿Y las humanidades, Raquel Sosa?

El programa de Universidades para el Bienestar es una magnífica idea del nuevo gobierno ya que, como declara la coordinadora Raquel Sosa a Laura Poy (La Jornada, 28 de diciembre) llevará la educación superior a los municipios que enfrentan altos índices de pobreza y con población mayoritariamente indígena, pero además, las carreras que se impartirán responderán a las necesidades reales y los problemas que enfrenta la población, dice.

Sin embargo, al describir el tipo de carreras sólo se mencionan seis áreas que corresponden básicamente a las ingenierías y a las ciencias sociales. Nuevamente, la filosofía y las humanidades parecen estar ausentes en el proyecto de la doctora Sosa.

Algunas preguntas son: ¿será urgente analizar el tema de la corrupción y el imperio de los desvalores?, ¿los problemas de la bioética interesarán a los campesinos?, ¿será una necesidad abordar la crisis ecológica?, ¿será importante la organización lógica del pensar?, ¿estarán interesados los indígenas por los temas de la justicia, derechos humanos y democracia que son parte de la filosofía política?, ¿y el diálogo entre las culturas?, ¿debe haber un equilibrio entre ciencia y humanidades?, ¿la Cuarta Transformación debe basarse en una educación tecnocrática? Sería muy importante conocer sus respuestas.

Gabriel Vargas Lozano

¿Cuarta Transformación?

Una corriente de izquierda cuestiona el carácter antineoliberal del nuevo gobierno y el artículo de Gilberto López y Rivas, publicado el 28 de diciembre, es un buen ejemplo de ello. El autor menciona una serie de acciones que son desarrollistas y no contienen una superación de contradicciones que son propias del capitalismo mexicano.

Esas discordancias son reales y por supuesto que el nuevo programa puede ser calificado como una vía desarrollista y por eso, precisamente, es un intento de poner un dique al neoliberalismo.

Los ejes de la construcción del neoliberalismo a la mexicana fueron: 1. La institucionalización de la devaluación del trabajo y la precarización del empleo; 2. La transformación de los bienes públicos en botín privado, mediante la privatización de empresas públicas, en donde la joya de la corona fue la energía, pero también la salud, la educación o los medios de movilidad; 3. La transformación del Estado en un ente administrativo de las élites económicas, para la cual se cambian leyes y se establece como nuevo principio de intervención a la regulación; 4. La implantación del pensamiento único, con la consiguiente desaparición de conceptos como derecha e izquierda, entre otros; 5. La construcción de una profunda desigualdad económica porque las élites obtienen sus ganancias tanto de la clásica plusvalía como del despojo. Son cinco aspectos básicos, y con ellos a la vista, la pregunta es si ¿no es posible advertir que este nuevo gobierno pretende detener al neoliberalismo y emprender una vía desarrollista –adaptada al mundo de hoy? No creo que nadie sepa si será una Cuarta Transformación, pero sí creo que las luchas de hoy y las que vendrán son por detener al neoliberalismo. La lucha en sí y el eventual triunfo serán un cambio histórico.

Jordy Micheli

Reflexión de fin de año

Esperanza tiene 85 años y está en una casa para ancianos. Su hija Miriam pide a quien corresponda que ya se la lleve. Expresa que si pudiera la ayudaría a terminar de irse. Está muy angustiada, me dice. Como no está en sus manos dormirla (legalmente), duermen su angustia con medicamentos.

Nadie nos preguntó si queríamos nacer y nacimos, y nadie nos va a consultar si nos queremos ir cuando se cierre el telón. Y en medio de esos dos extraordinarios acontecimientos, la vida transcurre imparable, cambiante y efímera, como un espejismo que desaparece al acercarnos o el amor que huye cuando lo queremos atrapar. Y el final nos llega persiguiendo fantasmas.

La eterna búsqueda de puerto seguro es el tema central de la vida humana de todos los tiempos y de todas las grandes novelas. Como Ulises atrapado en el canto seductor de lo efímero, en su intento de llegar a Ítaca.

En el ojo del huracán de la vida, hay un centro que permanece inmutable e inaprensible. Es tu Ser verdadero, el testigo de tu vida y de tus sueños. Es el responsable del palpitar de tu corazón y de respirar mientras caminas o duermes. Es también el piloto que conduce la nave planetaria y mantiene encendido el Sol. La buena noticia es que no tienes que hacer ninguna peregrinación para encontrarlo, ni siquiera ir al templo de la esquina. Está tan cerca, que vive en ti como tú mismo. Descúbrelo. Ese es el único puerto seguro. La meditación es el vehículo.

Que 2019 sea un amaneSer en la conciencia del Ser.

Carlos Noriega Félix

Queja contra Banorte

Soy jubilada y el 18 de diciembre al hacer un retiro en un cajero de Banorte de División del Norte, un hombre tomó mi tarjeta; le pedí que me la diera y me la devolvió, pero no era la mía. Inmediatamente hablé al banco para cancelar mi plástico, pero se tardaron en hacerlo y el individuo hizo dos retiros por un total de 8 mil 42 pesos. El banco debe responsabilizarse y darme mi dinero.

Ma. Cecilia Serratos González