Buenos Aires. Sólo rescataron el tercer lugar en el Mundial de Clubes. No importa, lo que enloqueció a la hinchada de River Plate fue conquistar la final de la Copa Libertadores de América que se disputó en el Santiago Bernabéu, en Madrid, después de los antecedentes violentos contra el autobús de Boca Juniors que provocaron la suspensión del encuentro en dos días consecutivos y que terminó jugándose en el exilio.

Después de ganarle la Libertadores a Boca Juniors el 9 de diciembre, River voló a los Emiratos Árabes para disputar el Mundial de Clubes, donde consiguió rescatar un bronce y evitar la peor actuación en la historia de un equipo de Conmebol, para quedar en tercero, como los brasileños Inter de Porto Alegre (2010) y Atlético Mineiro (2013), y el colombiano Atlético Nacional (2016).

Por fin, de vuelta en casa, pudieron celebrar la Copa Libertadores ante su hinchada, que los esperó con entusiasmo en el aeropuerto de Ezeiza. Para después celebrar en el estadio Monumental junto a sus ídolos.

Los jugadores millonarios recorrieron en caravana a bordo de un autobús, mientras los seguidores festejaban con banderas rojiblancas, playeras y los rostros pintados con los colores de River.

Ya al atardecer, el Monumental fue una fiesta de River, donde los jugadores exhibieron el trofeo de campeones de la Copa Libertadores, ganado en una de las finales más complicadas y anecdóticas de que se tenga memoria.

Adentro del vehículo, los jugadores se tomaban selfies con el trofeo y las subían a sus redes sociales, para compartir el momento. Afuera, un dispositivo policiaco los custodió durante el trayecto del aeropuerto al estadio Monumental, para evitar cualquier confrontación o disturbios con fanaticadas rivales.

Mientras los aficionados más encendidos no dejaban de gritar algunas consignas provocadoras contra la hinchada de Boca Juniors. De Dale, campeón, al Esta banda nunca te va abandonar hasta el Decime, qué se siente.

En el estadio, aquello tenía visos de carnaval, con los de fanáticos de River cantando River, River, yo te quiero, yo te llevo adentro de mi corazón, gracias por esa alegría de ganarle a Boca, de salir campeón.

Los jugadores salieron a la cancha del Monumental para seguir la fiesta, y junto al entrenador Marcelo Gallardo, levantaron la cuarta Copa Libertadores de River Plate.