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Desde Otras Ciudades

Restringen el paso de automóviles en el centro histórico de Madrid

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▲ El Palacio de las Comunicaciones, que es la sede del ayuntamiento de la capital española.Foto Armando G. Tejeda
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l ayuntamiento de Madrid, encabezado por la independiente Manuela Carmena, ha decidido emprender la mayor revolución hasta ahora en los cambios de hábitos de vida y la lucha contra la contaminación en España: a partir de ahora prácticamente todo el centro histórico de la ciudad –calculado en alrededor de 472 hectáreas– tendrá restringido el acceso al tráfico vehicular, por lo que sólo podrán circular por sus ilustres calles los automóviles de los residentes, los impulsados por electricidad, los llamados híbridos y los que hacen funciones de servicio público como los taxis.

El equipo de gobierno de la ciudad decidió emprender esta transformación por dos razones de peso: la primera, según sus propias palabras, por imperativo de la jurisdicción europea, que llevaba años de apercibir al estado español por incumplimiento en los planes de reducción de los gases de efecto invernadero y de los índices de contaminación. Y el segundo, para luchar con el cada día más exacerbado tráfico en la ciudad. Con la restricción de la llamada almendra central de Madrid se busca sobre todo eso: reducir la contaminación hasta en 40 por ciento y el tráfico vehicular para generar así más calidad de vida entre los habitantes de la metrópoli.

La entrada en vigor de las nuevas restricciones afectará a una gran parte de los habitantes de la ciudad donde se encuentran más o menos 240 mil viviendas y se calcula que viven un millón 200 mil personas. Este lugar, además, es una de las principales zonas comerciales de la capital española, con lo que sus efectos son todavía más grandes. La nueva normativa se aplicará de forma gradual, con lo que desde ahora hasta febrero del próximo año habrá un periodo de transición informativa en el que no se impondrán multas y se informará a la ciudadanía sobre las penalizaciones y demás consecuencias si no se cumple el nuevo reglamento.

A pesar de la nobleza de los fines de esa medida, el cambio también ha despertado un sinfín de críticas y detractores que acusan al gobierno municipal de emprender la medida sin diálogo y sin tomar en cuenta las necesidades de comerciantes, vecinos y afectados por el cierre, además de actuar de forma precipitada ante la inminente cita electoral de mayo próximo en la que el actual equipo de gobierno aspira a conseguir su primera relección.

Armando G. Tejeda, corresponsal