El Instituto Politécnico Nacional aprobó ayer un plan de administración austera presentado por su director Mario Alberto Rodríguez Casas. En una sesión del Consejo General Consultivo, Rodríguez Casas planteó que para el próximo año no se prevén recortes al presupuesto del instituto y que el programa de ahorro se implementará para colaborar con la política de austeridad anunciada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Con el plan se calcula un ahorro de 177 millones de pesos con 19 medidas, de acuerdo con la información presentada al consejo. Esta economía equivale a alrededor de 1.1 por ciento del presupuesto de 2018, que fue de 16 mil 348 millones de pesos, 80 por ciento de los cuales, es decir, 13 mil 302 millones, se destinaron al pago de servicios personales, que incluye el pago de sueldos de los empleados y sus prestaciones. El 20 por ciento restante se destinó a materiales y suministros, becas, servicios generales y subsidios, entre otras partidas.

Los recursos economizados el próximo año se destinarán a equipar laboratorios y talleres, al mantenimiento de instalaciones, de subestaciones y al incremento en la infraestructura física del instituto, según planteó el director.

Rodriguez Casas explicó que la idea es destinar el gasto público exclusivamente a las actividades sustantivas del Politécnico, que son la docencia, la investigación y la difusión del conocimiento.

Precisó que dentro de las disposiciones generales está que cada unidad académica y administrativa deberá conformar un Comité Interno de Austeridad, Transparencia y Rendición de Cuentas, que realizará un diagnóstico y planeación del programa de austeridad.

Dijo que se revisarán todos los organigramas y estructuras ocupacionales para evitar duplicidades de funciones y optimizar los servicios.

El programa incluirá la revisión y reducción de gastos en 19 puntos: alimentos del personal, gastos de alimentación, pasajes y viáticos nacionales e internacionales, servicios de arrendamiento, gastos de congresos, convenciones, exposiciones, espectáculos culturales y eventos, control de gestión, mantenimientos y servicios a oficinas, subcontratación de servicios con terceros, horas extras, vehículos y equipos de transporte, y servicios objeto de contratación consolidada.

También se buscará reducir desembolsos en combustibles, lubricantes y aditivos, tecnologías de la información y comunicaciones, servicios telefónicos, consumo de energía eléctrica y agua, bienes en custodia, servicios de publicación, materiales y útiles de papelería.

El plan de austeridad propuesto también incluye la simplificación de procesos administrativos y el seguimiento al ejercicio del presupuesto.