Abstenerse de gestos, ademanes, comentarios, burlas o cualquier expresión degradante contra personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, transexuales, travestis e intersexuales (LGBTTTI) y no detener a nadie a causa de su identidad de género, características u orientación sexual, es parte del protocolo que deberán seguir desde este viernes los policías federales.

Se indica que ante una detención se debe asentar el nombre legal y posteriormente el social, si así es el caso. Y cuando la inspección implique exposición de partes íntimas del cuerpo, requerirá autorización judicial.

Los miembros de la Policía Federal tienen la obligación de respetar el libre desarrollo de la personalidad y no incurrir en actos discriminatorios.

Al realizar sus funciones, los integrantes de la institución deben brindar trato respetuoso y sin discriminación por motivos de su identidad de género, expresión de género, características sexuales u orientación sexual de cualquier tipo, se indica en el documento publicado este jueves en el Diario Oficial de la Federación.

Los policías deberán también abstenerse de negar asistencia a una persona en virtud de la circunstancia de identidad de género u orientación sexual.

Por el contrario, no podrán interrogar, vigilar o detener a alguien por esta misma causa o descalificar por ese motivo.

Los agentes y los mandos de esta corporación tendrán hasta seis meses para capacitarse en torno a esta circunstancia, a fin de brindar un trato respetuoso y saber cómo dirigirse o abrir un expediente para personas de la comunidad LGBTTTI.

Evitar en todo momento hacer cuestionamientos relacionados con la identidad de género u orientación sexual y otorgar la asistencia solicitada por las personas LGBTTTI, se indica.

Lo mismo para el trato a las familias homoparentales y lesbomaternales, el cual debe ser objetivo, respetuoso y empático.