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Caminata Migrante
Un gesto amable por amor a la humanidad
 
Periódico La Jornada
Sábado 17 de noviembre de 2018, p. 14

Desde el día uno en que el estadio Jesús Martínez Palillo en Ciudad Deportiva se convirtió en albergue para los miles de centroamericanos que recorren el país en caravanas, religiosas y sacerdotes de diversas congregaciones se organizaron para brindar alimento, ropa y servicios de salud a los que llaman sus hermanos.

Al fondo del estacionamiento, voluntarios, grupos, integrantes de la institución católica y de otras religiones se organizaron en la carpa Iglesias de México para ofrecer auxilio. Están coordinados por la monja de la congregación de las Hermanas Josefinas, María Magdalena Silva, directora de la Casa de Acogida y Formación de las Mujeres y Familias Migrantes.

Somos mujeres, somos hombres de fe y el amor a la humanidad es lo que nos hace estar en pie y tener un gesto amable y bondadoso para ellos, dijo en entrevista.

La Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México informó que alrededor de 60 organizaciones de la sociedad civil y congregaciones religiosas han apoyado en el albergue.

María Magdalena Silva refiere que estas personas sufren desplazamiento forzado, pues han debido dejar sus tierras por situaciones de violencia, pobreza y desigualdad.

Entendemos, los admiramos y valoramos por la valentía de dejar sus países, su familia y emprender estos viacrucis que sabemos les trae mucho sufrimiento, pero también con el deseo de encontrar nuevas oportunidades y mejores condiciones de vida, indicó.

Para ella lo más duro es ver a las mamás con niños. No es justo que tan chiquitos vengan padeciendo estos trayectos, enfermedades, escasez, cansancio físico y arrancarlos de sus países y familias.

Muchos son los que se acercaron a cooperar desde el 3 de noviembre. La carpa abre a las 8 de la mañana para ofrecer desayunos y cierra al filo de las 11 de la noche. Las monjas, incluso, se desplazan al interior del campamento y carpas para conocer las necesidades de los migrantes. La prioridad, insiste, son las mujeres y sus niños.