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Lectores salvan revista digital que el Kremlin quería desaparecer
Corresponsal
Periódico La Jornada
Miércoles 14 de noviembre de 2018, p. 27

Moscú. Parecía poco menos que impensable, pero este martes quedó claro que la solidaridad de los lectores, decididos a mantener su derecho a recibir información alternativa a la propaganda oficial, pudo más que la intención de las autoridades de clausurar uno de los medios de comunicación más críticos al Kremlin ante lo que se creía imposibilidad de pagar una multa desorbitada.

La revista digital Tiempos Nuevos (The New Times, TNT, en inglés, como viene en su cabecera) sí está en condiciones de pagar el equivalente a 6 millones 760 mil pesos –la mayor multa a un medio de comunicación ruso–, que le impuso una corte de Moscú por no presentar a tiempo la documentación sobre sus fuentes de financiamiento, mayoritariamente aportaciones voluntarias de sus lectores.

Al momento de redactar esta nota, más de 20 mil lectores de TNT habían contribuido con 7 millones 602 mil pesos, con donaciones que van de 300 mil a 150 pesos. Ex funcionarios públicos, intelectuales, periodistas de otros medios realizaron las transferencias más cuantiosas, según dio a conocer la revista digital.

¡Lo conseguimos. Pudimos hacerlo. Podemos. Gracias a todos!, escribió en las redes sociales esta tarde Yevgueniya Albats, directora de TNT.

Esto sucedió al cuarto día de que Albats lanzó un desesperado mensaje de ayuda a sus lectores después de que una corte moscovita declinó su recurso de apelación y determinó un plazo de 60 días para pagar la multa. En caso de no poder hacerlo, el juez ordenó proceder a embargar sus bienes y clausurar la revista.

TNT, que se enfrentó al Kremlin por no ejercer ningún tipo de autocensura y que se difunde sólo en versión digital al verse forzado a suspender su edición en papel desde junio de 2017, podrá seguir denunciando los excesos y las arbitrariedades de la élite en el gobierno.

Quienes atendieron el llamado de Albats vencieron la arraigada creencia de que enfrentarse a las autoridades en Rusia, las que establecen a su antojo las reglas del juego, está condenado al fracaso. Puestos frente a la disyuntiva de tirar el dinero por la ventana o de tratar de salvar la libertad de expresión, optaron por lo segundo.

Al margen de que, una vez pagada la multa, seguirá el acoso a TNT, es el segundo fiasco reciente de los operadores políticos del Kremlin.

La Oficina de la Presidencia hizo todo lo que tenía a su alcance –sin faltar los golpes bajos y otros recursos de dudosa legalidad– para que el candidato comunista, Valentin Konovalov, no pudiera reunir los votos necesarios para ser electo, en la segunda vuelta celebrada el domingo anterior, gobernador de la república de Jakasia, después de que derrotó en la jornada electoral inicial al emisario de Moscú, Viktor Simin.

Los votantes de esa entidad federal, igual que los lectores de TNT, pudieron superar la indolencia y, contra la inercia y las maniobras del Kremlin, lograron hacer valer su voz.