Sociedad y Justicia
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Dos arzobispos disputarán la presidencia de la CEM
 
Periódico La Jornada
Martes 13 de noviembre de 2018, p. 32

Los arzobispos de Monterrey, Rogelio Cabrera López, y de Morelia, Carlos Garfias Merlos, son dos de los que serán votados para próximo presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

Fuentes confirmaron lo anterior y señalaron que este miércoles se dará a conocer el resultado de la elección que harán los obispos mexicanos.

Cabrera López ha sido señalado cercano al actual presidente de la CEM, Francisco Robles Ortega, quien deja el cargo tras dos periodos de tres años al frente del organismo episcopal. Fue nombrado arzobispo de Monterrey en octubre de 2012 por el entonces papa Benedicto XVI para suceder al cardenal Robles Ortega. El 17 de noviembre de 1978 fue ordenado sacerdote en la parroquia de Santa Catarina, Guanajuato. En el trienio 2007-2009 se desempeñó como vocal del consejo de presidencia de la CEM.

El arzobispo de Morelia, Garfias Merlos, en días recientes fue el encargado de dar seguimiento a la propuesta de pacificación del país. En la CEM se ha desempeñado en varios cargos, entre ellos presidente de la comisión episcopal de pastoral juvenil, representante de la dimensión pastoral del trabajo, y como primer vocal del consejo de la presidencia para el trienio 2016-2018. También estuvo al frente de la arquidiócesis de Acapulco.

En agosto pasado el cardenal Robles Ortega lo designó coordinador de los trabajos en torno de los foros de pacificación, al ser también responsable de la dimensión de justicia, paz, reconciliación, fe y política.

Por otra parte, el cardenal Robles Ortega, en su mensaje de apertura de la 106 asamblea general de la CEM, destacó que en el futuro inmediato la Iglesia católica en el país tendrá que renovar sus argumentos para hacer más comprensible la necesidad de respetar el derecho a la vida desde la concepción y hasta la muerte natural.

También señaló que tiene que lograr que aún los no creyentes redescubran la verdad, el valor y la belleza del matrimonio heterosexual y la importancia de madurar en una cultura y una legislación de verdadero respeto y promoción del derecho humano a la libertad religiosa.

Lo anterior, frente a las distintas voces e iniciativas que buscan avanzar en la legalización del aborto, la eutanasia, así como el reconocimiento al matrimonio igualitario.

Los obispos requerimos una nueva actitud

En el nuevo contexto político, añadió el cardenal, se requiere una nueva actitud de nosotros los obispos: respeto sincero a las autoridades legítimamente constituidas; colaboración en todos los temas comunes que podamos encontrar y sana distancia para evitar cooptaciones indebidas que terminan lastimando tanto al Estado como a la Iglesia.

Frente a los obispos mexicanos también dijo que hoy se tiene un gobierno con gran poder, pero una sociedad que en muchos ámbitos se encuentra herida, fracturada y frágil. También, hizo referencia a la pederastia clerical. Pidió a los obispos que en casos de abusos sexuales actúen conforme a derecho y sin dilación.