Opinión
Ver día anteriorMartes 9 de octubre de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Ciudad perdida

Vuelve el profesor // PRD en su mira

C

on una apuesta muy audaz y riesgosa, el profesor René Bejarano pretende quedarse con lo que queda del PRD y busca nutrirlo no nada más con los contingentes del Movimiento Nacional por la Esperanza, sino con algunas tribus sobrevivientes del sol azteca.

Para lograr su objetivo ha entrado en contubernio con el líder del sindicato de trabajadores del gobierno de la ciudad, Juan Ayala, siempre dispuesto a servir a quien le permita conservar sus privilegios, y ahora se agarra de Bejarano como tabla de salvación, después de que su alianza con Miguel Ángel Mancera fracasó, y con Juan Hugo de la Rosa, presidente municipal de Nezahualcóyotl, estado de México, ya que dice tener una fuerza importante en aquella entidad.

Para que el grupo tuviera la cohesión necesaria, el apoyo provino de un hombre que hoy es la causa de un muy comentado disgusto entre el jefe de Gobierno, José Ramón Amieva, y el senador Miguel Ángel Mancera. Se trata de otro Miguel Ángel, este de apellido Vásquez, quien por sobre las órdenes de Amieva ha hecho lo que ha querido.

Vásquez, miembro del agrupamiento de paracaidistas del Ejército, colgó el uniforme, junto con otros militares, para seguir a Cuauhtémoc Cárdenas en su intento por conseguir la Presidencia de la República. Se separó de la tribu de Bejarano en el gobierno de Mancera, pero ahora ha recobrado su lugar y une fuerzas para jalar al PRD hacia terrenos bejaranistas.

El fracaso del proyecto chucho, que advertía entregar el PRD a la derecha para ganar las elecciones, debilitó el eslabón más duro de la organización, y no sería nada raro que quedara reducido a su mínima expresión, aunado a que se tiene como cierto que el líder de Vanguardia Revolucionaria, Héctor Serrano, renunciará al PRD en cualquier momento, con lo que se acabarían las resistencias para que Bejarano cope el solar amarillo.

Se trata de un proyecto que de muchas formas descansa en Vásquez, quien se mantiene como jefe de gabinete sólo como parte de la fuerza menguante de Mancera, que, según nos cuentan, aún mantiene un teléfono con línea directa a todos los puestos de importancia en el GCDMX, pero a quien ya le llegó un reclamo fuerte de Amieva y podría echar del gobierno a Vásquez. Ya no lo soporta.

Total, el proyecto de Bejarano, dicen en el PRD, es apoderarse del instituto político para luego, en son de paz, entregarlo a Morena, o mejor dicho, a López Obrador, aunque sabe que ni Vásquez ni Ayala tienen cabida en las filas de Morena o en el ánimo del presidente electo, y claro, mientras los chuchos se mantengan en el sol azteca, ni por asomo podría haber acuerdo. Así va el marcador.

De pasadita

Ni como ayudarlo. El error de 19 páginas y la portada en Hola de César Yáñez advierte dos cosas: una, que por fin, después de 18 años, pudo comunicar algo; y dos, que junto con su nueva esposa bien podría dedicarse a publicitar bodas fifís. Pero lo que no debe ni puede hacer es aceptar el puesto que López Obrador le ofreció en su gabinete.

No se trata de si gastó una millonada en exhibirse como consorte ricachón, eso es lo de menos, se trata de la traición a 18 años de trabajo de su jefe, siempre contrario a los excesos. Yáñez debe renunciar porque tal vez López Obrador no le pedirá la renuncia, y aunque ya nos dio muestra de que ha perdido la vergüenza, debe tener en claro que él será un factor para que la presidencia de López Obrador esté, aún más, bajo fuego de los enemigos de siempre, que lo verán como el costado débil por donde atacar al próximo presidente de México.

Y otra: nos comentan que Jesús Orta es el nombre de quien podría convertirse en titular de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México por recomendación de Marcelo Ebrard. ¿Será?