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Cantaré hasta que me desgarre la glotis, decía Charles Aznavour, embajador de la canción francesa

El intérprete, que vendió 180 millones de discos y escribió mil temas, murió a los 94 años

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▲ Aznavour en 2015.Foto Afp
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▲ Fans depositan flores en la plaza que lleva su nombre en Ereván, Armenia.Foto Afp
 
Periódico La Jornada
Martes 2 de octubre de 2018, p. 7

París. Cantó hasta el último suspiro: Charles Aznavour, embajador mundial de la canción francesa del siglo XX y autor de un excepcional repertorio de nostalgia, murió en la madrugada del lunes a los 94 años.

Falleció en las Alpilles, en el sureste de Francia, causando una ola de tristeza.

Aznavour, quien vendió 180 millones de discos a lo largo de ocho décadas y escribió más de mil canciones, no había dado su carrera por terminada. Cantó hasta el final en salas con las entradas agotadas, recurriendo a un apuntador.

Acababa de volver de una gira por Japón, tras haber cancelado varios conciertos debido a una fractura del brazo, causada por una caída.

Estaba previsto que cantaría en Ereván, Armenia, en la cumbre de la Francofonía, el 11 y 12 de octubre, por invitación del presidente francés, así como el 26 de octubre en Bruselas.

Aznavour parecía rejuvenecer cada vez que cantaba: empezaba sus conciertos con la voz entrecortada y el cuerpo frágil, pero los concluía ligero como una pluma, delante de su lector electrónico.

No soy viejo, sino mayor. No es lo mismo, bromeaba en declaraciones a Afp. Una manera de desafiar el paso del tiempo para quien el éxito artístico le vino tarde, a los 36 años, una noche de diciembre de 1960.

En la sala Alhambra de París dio el concierto que hizo cambiar a todos de opinión cuando interpretó J’me voyais déjà, sobre las ilusiones perdidas de un artista, tras haber sido blanco de la crítica.

En una autobiografía, escribió: ¿Cuáles eran mis desventajas? Mi voz, mi estatura, mis gestos, mi falta de cultura y de instrucción, mi franqueza, mi falta de personalidad. Los profesores me desaconsejaron cantar, pero lo haré aunque me desgarre la glotis.

Agregó: si debe perdurar algo de mí o de mi trabajo, mis discos serán suficientes.

La gloria mundial llegó en los años 1960, con algunos de sus grandes éxitos: Les comédiens, Hier encore, Il faut savoir... En esa época tomó por asalto el Carnegie Hall de Nueva York.

De La Bohême a Que c'est triste Venise (Venecia sin ti, en español), sus conciertos en el mundo seguían convocando a miles de incondicionales que aplaudían sus grandes éxitos.

Compuso también para otros grandes artistas franceses, como Juliette Gréco, Gilbert Bécaud y Edith Piaf, quien lo apoyó y fue uno de sus cuatro puntos cardinales, junto a Charles Trénet, Constantin Stanislavski y Maurice Chevalier.

Este último, fallecido en 1972, expresó sobre Aznavour: Se atrevió a cantar el amor tal como lo sentimos, como lo hacemos, como lo sufrimos.

Su música permanecerá en la memoria

Tras conocer la noticia de la muerte del cantante, el presidente francés, Emmanuel Macron, tuiteó: Charles Aznavour acompañó las alegrías y penas de tres generaciones. Sus obras maestras, su timbre, su influencia única vivirán durante mucho tiempo.

La cantante Mireille Mathieu señaló: es el monumento y la leyenda de la canción francesa en el mundo. Sus temas son atemporales y permanecerán en nuestra memoria.

La muerte Aznavour significa una gran pérdida para el mundo, declaró el primer ministro armenio, Nikol Pashinian, rindiendo homenaje a un hijo excepcional del pueblo armenio.

Es difícil pensar que alguien que ha creado toda una época, una historia, el amor, que sirvió a su pueblo, alguien que durante 80 años maravilló y encendió el corazón de decenas, centenares de millones de personas, ya no esté entre nosotros, señaló en Facebook.

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▲ El cantautor en septiembre de 1987.Foto Afp

Creó valores universales, que acompañarán a la humanidad durante siglos, añadió.

En Francia, la Asociación para la investigación y archivo de la memoria armenia señaló: fue un ejemplo bicultural exitoso, fuente de riqueza, pero sobre todo un ícono.

Aznavour, quien participó en unos 80 filmes, como Disparen a pianista, de François Truffaut; Ararat, de Atom Egoyan, y El tambor de hojalata, de Volker Schlondorff, siempre estuvo preocupado por el drama de los migrantes. Recordaba a menudo su apego a Francia y a Armenia, los dos son inseparables como la leche y el café, resumió en 2016 al recibir su estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

Algo que me divierte mucho es que Turquía no tiene un solo gran cantante, sostuvo al recibir esa distinción. Lo que demuestra que el genocidio es inútil, siempre hay sobrevivientes...

La manifestación más tangible del vínculo entre Aznavour y Armenia fue en diciembre de 1988, tras el terremoto que devastó el norte del país y mató 25 mil personas sólo en la ciudad de Spitak.

Fundó el comité Aznavour por Armenia, para recaudar fondos. Antes de viajar al lugar escribió la canción For you Armenia, que de grabó a principios de 1989 con 90 artistas, vendiendo más de un millón de copias. Luego fue nombrado embajador permanente de la Unesco en ese país.

Nació en París el 22 de mayo de 1924, donde sus padres se establecieron tras dejar su país. Llamado en realidad Charles Varenagh Aznavourian, su nombre de pila debería haber sido Shahnourh, finalmente afrancesado como Charles por una partera, según una biografía publicada en 2006.

Ésta también revela los estrechos lazos de amistad que mantenía en los años 30 la familia Aznavourian con otro armenio: Missak Manouchian, jefe del grupo FTP (partisanos francotiradores), quien escribió en 1940 algo premonitorio: Charles será el orgullo del pueblo armenio y una gloria para Francia.

Una plaza del centro de la ciudad armenia Ereván lleva su nombre, y en Gyumri fue erigida una estatua en su honor.

París es la ciudad de mi infancia, Ereván, la de mis raíces, aseguraba Aznavour.

Su infancia transcurrió inmersa en la bohemia de músicos y actores en la capital francesa. A los nueve años ensayaba solo frente a un espejo y decidió cambiar el apellido paterno por Aznavour.

El ex presidente armenio Serge Sarkissian lo veía como el armenio más famoso del planeta. En 2004 Aznavour recibió la condecoración de héroe nacional.

En 1975, en el 60 aniversario del genocidio armenio, Aznavour interpretó en la parisina Salle Pleyel Ils son tombés (Cayeron), un homenaje a las víctimas.

La música fue compuesta por su cuñado, Georges Garvarentz (hijo del poeta Kevork, autor del himno nacional revolucionario armenio).

La popularidad de Aznavour trascendió edades y clases sociales. Como embajador de la canción francesa accedía a cantar en cualquier idioma: español, italiano, alemán, inglés, ruso... Cantó para papas, reyes o presidentes.

En 1998, la cadena de televisión CNN y la revista Time lo coronaron artista del siglo.