Santa Bárbara. Olivia Newton-John lucha contra el cáncer por tercera vez. La cantante australiana nacida en Reino Unido, que ayer cumplió 70 años, habla abiertamente sobre su enfermedad: un tumor en la base de la columna vertebral, su tercer diagnóstico de neoplasia en 25 años.

A principios de septiembre declaró en el programa de televisión Sunday Night de la cadena australiana CNN que su marido, el experto en plantas John Easterling, cultiva cannabis en su rancho en Santa Barbara. Agregó que se alegraba de que la mariguana sea legal en California porque le ayuda a paliar los dolores y a sobrellevar el insomnio.

Mi esposo siempre me apoya. Estoy convencida de que ganaré la batalla; es mi objetivo, aseguró. A la rubia no se le notan ni la edad ni la enfermedad. De jeans, camisa de cuadros y con una amplia sonrisa, mostró su rancho a los periodistas; desprende energía al hablar sobre su amor por los animales, su carrera y sus relaciones.

Diez días antes de su cumpleaños, participó junto a su marido en la Caminata Anual del Bienestar en Melbourne, acto en favor del centro Newton-John para enfermos de cáncer que ella fundó. Esta enfermedad irrumpió en su vida por primera vez en 1992, cuando tuvo que someterse a una mastectomía. En 2013 el cáncer regresó y se extendió al hombro. Han pasado 40 años de su aparición en Vaselina, pero Newton-John sigue mostrando su amplia sonrisa.

El verano pasado tuvo que cancelar varios conciertos en Estados Unidos y Canadá por tratamiento médico, pero el escenario sigue llenándola de energía. Amo cantar, es todo lo que sé hacer. Es mi vida dijo a CNN en 2017.

Antes de participar con John Travolta en Vaselina, Newton-John ya era una estrella. Nieta del premio Nobel de Física Max Born, se mudó a Australia a los cinco años, ya que a su padre le ofrecieron un trabajo como profesor en una universidad de Melbourne.

De estudiante fundó un grupo de música de chicas. Un concurso de talentos la llevó de vuelta a Reino Unido a los 15 años, donde grabó su primer disco en 1966. Con sus baladas logró hacerse un nombre sobre todo en Estados Unidos.