El gobierno de México, mediante la Secretaría de Relaciones Exteriores, reiteró ayer la condena que 13 países de América Latina hicieron sobre los hechos de violencia que se registran en Nicaragua y que han provocado la muerte de centenas de personas.

Por su lado, la UNAM expresó su profunda preocupación por la situación que atraviesa el pueblo del país centroamericano y por la ocupación de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua, en Managua, por fuerzas paramilitares.

En un breve comunicado, la máxima casa de estudios hizo votos por el restablecimiento de la convivencia pacífica y el respeto a los derechos humanos en aquella nación, con la que nos une una amistad histórica.

Se manifestó además en favor de la pronta reapertura de la universidad y del respeto a su autonomía.

A su vez, el canciller Luis Videgaray resaltó en redes sociales la declaración especial suscrita por México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay, ante la situación en Nicaragua.

Los países firmantes de esta declaración especial condenamos los graves y reiterados hechos de violencia que se vienen produciendo en Nicaragua y que han provocado hasta la fecha la lamentable pérdida de más de 300 vidas humanas y centenares de heridos, escribió el secretario de Relaciones Extreriores.

En el documento ratificado por 13 naciones de América Latina se exige el cese inmediato de los actos de violencia, intimidación y amenazas dirigidas a la sociedad nicaragüense; y el desmantelamiento de los grupos paramilitares.

La declaración consta de seis puntos mediante los que las naciones latinoamericanas instan la reactivación del diálogo nacional en el país centroamericano. Asimismo, manifiestan su apoyo a la Conferencia Episcopal de Nicaragua para que continúe sus trabajos.

A su vez, hacen un llamado al gobierno de Nicaragua y otros actores sociales para que participen en negociaciones mediante las que aborden los desafíos del país de manera pacífica.

Cabe destacar que un grupo de estudiantes opositores al gobierno de Daniel Ortega ocupaban la capitalina Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua desde hace semanas. Allí habían levantado barricadas con adoquines y se defendían en protesta al gobierno. En la tarde del viernes, un grupo de civiles progubernamentales armados –y que la oposición considera paramilitares– se presentó disparando en uno de los accesos a la universidad.