Deportes
Ver día anteriorMartes 24 de abril de 2018Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Ahora ganó el torneo de El Álamo, pero en 2017 sólo pensaba en su hombro lesionado

Gracias a Longoria sus rivales llegamos al máximo nivel competitivo, dice Salas
Foto
Samantha Salas regresó a las canchas en enero, tras una operación en el hombro derechoFoto Jam Media
 
Periódico La Jornada
Martes 24 de abril de 2018, p. a12

Un torneo de raquetbol llamado La Batalla del Álamo evoca de forma inevitable gestas sanguinarias. En ese escenario, Samantha Salas, con nueve años entre las mejores 10 del circuito, forjó una rivalidad, sin rastros de odio, con Paola Longoria, la número uno. Hace un año estuvieron frente a frente ahí mismo y aunque Salas perdió aquella final en el límite de la contienda, Longoria volvió a imponer esa superioridad contra la que juegan todas las participantes de la gira profesional femenil.

El domingo las dos estuvieron por cuarta vez en una final de ese torneo. Pero fue la primera en la que Salas venció a la potosina. Aunque en el primer par de sets parecía aniquilada, los perdió por 11-5, Salas ganó los episodios restantes por 11-9, 11-9 y 11-4 para levantar su primer título de La Batalla del Álamo.

Fue una revancha en El Álamo, dice Salas con orgullo, sobre todo porque en junio de 2017 se sometió a una reconstrucción quirúrgica del hombro derecho que la mantuvo lejos de las canchas.

Apenas regresé en enero de 2018, precisa; por eso estoy aun más realizada. Hace un año sólo podía pensar en el dolor de mi hombro; esta vez estaba concentrada en el juego, en cada pelota, pude disfrutar la competencia.

Más de medio año alejada de las canchas. Pausa que sin embargo no colapsó la moral de Salas. Volvió al inicio de este año a tratar de recuperar el tiempo.

Sentía mi brazo sin fuerza, con mucho cansancio, gané mi primer partido, pero después no pude. Me ganaron y yo me sentía cansadísima, recuerda.

Longoria, quien llegó a mantenerse invicta por más de tres años y que está por cumplir nueve temporadas como número uno, estaba afectada por la derrota. Lloraba mientras entregaban el premio a Salas.

Me acerqué a hablarle, cuenta Salas; le dije frente al público que gracias a ella todas las rivales llegábamos a nuestro máximo nivel competitivo, que incluso el raquetbol había elevado su calidad gracias a ella.

Esas derrotas de Paola –considera Salas– tienen impacto en los demás raquetbolistas. Cada caída de la potosina permite que la atención aterrice en otras carreras deportivas. Pueden enterarse que hay más raquetbolistas además de Paola y que están haciendo las cosas bien, afirma.

Salas no tiene fijación por desplazar a quien ocupe la cima de la gira profesional. Quiere ganar un campeonato mundial y sumar nuevos títulos representando a México.