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Los delitos, en la México-Querétaro en 2016

Dan 112 años de prisión a sujeto por violación y asalto
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 14 de abril de 2018, p. 28

Cuautitlán, Mex.

Ramón Martínez García El Lagarto fue sentenciado a 112 años de prisión por abuso sexual y robo en agravio de Rosa Margarita Ortiz García, esposa de Adolfo Micalco, ex líder del PRI de San Luis Potosí; la agresión ocurrió la noche del 8 de junio de 2016, en un autobús de la empresa Enlaces Terrestres Nacionales (ETN) cuando viajaba en la carretera México-Querétaro.

Todo acto tiene una consecuencia y ésta es que nunca vas a salir de la cárcel, expresó la afectada al sentenciado, tras escuchar la resolución del juez de control, Leonardo Fragoso, en audiencia pública celebrada en el edificio de Juicios Orales y de Control, la cual concluyó la madrugada de ayer.

Ortiz García no aceptó estar en el área privada reservada para testigos protegidos, decidió quedarse en la sala del juicio oral y ver de frente a su agresor, quien en la cabina de imputados y durante sus intervenciones no mencionó estar arrepentido de sus actos.

El juez de control impuso a Martínez García una pena de 102 años por violación con el agravante de cometerla con violencia, entre dos o más individuos y en un transporte público, así como 9 años 6 meses por robo; en total casi 112 años de cárcel.

Sin embargo, el juez aclaró que debido a que el Código Penal del estado de México establece un máximo de 70 años de prisión, será el tiempo que Martínez García pagará su sentencia sin ningún beneficio. La víctima recibirá 4 años de terapia sicológica para atender los efectos de la violencia física y emocional.

La audiencia se programó a las 18:30 horas del jueves; sin embargo, la sesión fue detenida y reanudada a las 22:30 horas, porque el imputado no fue llevado en tiempo y forma del penal de Otumba a los juzgados de Cuautitlán.

En entrevista, Ortiz García declaró su satisfacción por la condena que recibió su agresor. Valió la pena toda esta larga travesía, tan dolorosa para mí, y al fin se me hizo justicia.

Pidió a las autoridades mexiquenses cambiar la forma de llevar juicios de ese tipo, pues son tardados y sumamente difíciles para las víctimas; ahora sé por qué a veces desisten de denunciar. Subrayó que existen casos de víctimas que no cuentan con el apoyo de la familia ni de las autoridades y para ellas es más tortuoso.