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Arrestan a organizadores de manifestaciones para que los cierren

Vertederos de basura afectan la salud de miles de personas en las afueras de Moscú
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 3 de abril de 2018, p. 23

Moscú.

Cada día un mínimo de 300 camiones y un máximo de 500 trasladan la basura que generan los habitantes de Moscú tan sólo al vertedero de Yadrovo, en los alrededores de la capital rusa.

Se trata de un negocio redondo que deja 10 mil rublos por camión a la mafia de la basura, en este caso, a la empresa que tiene el contrato después de asociarse con las autoridades municipales de Volokolamsk, región donde se encuentra este foco de contaminación, gases tóxicos y olores nauseabundos que penetran las casas de la homónima capital regional y poblados aledaños y afectan a todos sin excepción, siendo más vulnerables los niños.

Desde comienzos de año, los habitantes de Volokolamsk organizan diversas acciones de protesta que, hasta el momento, no dan el resultado deseado. La más reciente ocurrió el domingo anterior, cuando 5 mil personas exigieron clausurar el vertedero de Yadrovo.

Las autoridades ordenaron este lunes arrestar al organizador de la protesta dominical, Artiom Liubimov, condenado de inmediato por un juez a 15 días de prisión por discutir con unos policías que detuvieron su automóvil la víspera del mitin. Iba a ser el principal orador.

En la cárcel también se encuentra Andrei Zhdanov, quien convocó a una caravana de coches de Volokolamsk a Moscú en señal de protesta por la basura, y el grupo de activistas que se sumó a la iniciativa.

Para calmar un poco los ánimos, el gobernador de la región de Moscú, Andrei Vorobiov, destituyó hace unos días al jefe de la región de Volokolamsk, Yevgueni Gabrilov, y se comprometió a cerrar a la brevedad el vertedero de Yadrovo, uno de los 15 que hay bajo su responsabilidad.

La situación en los otros basureros que reciben los residuos de Moscú no es mejor que en Volokolamsk, desde que –en un gesto de cara a las elecciones, en un programa de televisión– el presidente Vladimir Putin se solidarizó con la preocupación de una joven y ordenó clausurar el vertedero de Balashija, que captaba 600 mil toneladas de residuos moscovitas al año, los cuales tuvieron que repartirse entre los restantes basureros.

En los meses recientes, aparte de Volokolamsk, varios han sido escenario de protestas similares: Kolomna, Tarusa, Klin, Tuchkova, Voskresensk y Naro-Fominsk, por mencionar algunos.

La gente está harta y ya no teme salir a la calle a defender sus derechos: exigen el cierre de los vertederos –tan sólo el de Yadrovo concentra una mole de basura equivalente a un edificio de nueve pisos de altura que ocupa tres hectáreas– y el cese de los funcionarios, el gobernador Vorobiov entre ellos, que han llevado a la región de Moscú al borde de una verdadera catástrofe ecológica.