l banco de alimentos de Essen, Alemania, seguirá sin prestar ayuda a extranjeros, pese a la polémica generada y a las críticas recibidas luego de decidir atender sólo a personas de nacionalidad alemana.

Se mantiene la determinación de que los padres y madres solteros, las personas mayores y las familias con niños menores de edad (de nacionalidad alemana) constituyen nuestra prioridad, informó la directiva.

El 10 de enero, el banco de alimentos decidió limitar la prestación de servicios a personas necesitadas de nacionalidad alemana. Justificaron la medida debido a la afluencia masiva de extranjeros que terminó provocando que muchos ancianos y familias monoparentales germanas dejasen de acudir a sus dependencias por no sentirse a gusto.

La exclusión de los extranjeros abrió un debate en Alemania, e incluso la canciller Angela Merkel manifestó que no se deberían hacer tales categorizaciones, eso no es bueno.

La controversia alcanzó tal nivel que algunos de los automóviles de la organización aparecieron pintados con la palabra nazis. Sin embargo, desde el banco de alimentos explicaron que seguirán sin atender a extranjeros hasta que la balanza vuelva a equilibrarse.

El número de extranjeros que usan nuestro servicio aumentó 75 por ciento, por lo que nos vemos obligados a asegurar una integración sensata, sólo aceptamos a usuarios que dispongan de pasaporte alemán, detalló la directiva.

En Alemania existen cerca de un millar de este tipo de organizaciones sin ánimo de lucro que recuperan alimentos y los redistribuyen entre personas necesitadas. Para acceder a sus servicios, los usuarios deben demostrar que reciben ayudas de desempleo o sociales del Estado.

Dpa