El Senado tiene todo listo para aprobar el dictamen que reforma la Ley General de Salud, en materia de donación de órganos, que incluso se discutió ayer durante la sesión, pero no se votó en ese momento porque no había quórum en el pleno y se dejó para el final de la sesión, pero se pospuso su aprobación para después de Semana Santa.

Al presentar el dictamen ante el pleno, el presidente de la comisión de Salud, el panista Salvador López Brito, destacó que esta reforma surge de dos iniciativas presentadas conjuntamente por senadores de todos los grupos parlamentarios que buscaron facilitar que haya órganos disponibles para donación, para atender a los pacientes que los requieren y acabar con el comercio ilícito de éstos.

Para ello, abundó, se introduce la figura del consentimiento presunto, con lo cual los hospitales públicos –IMSS, Issste, Secretaría de Salud– y los privados podrán disponer de órganos y tejidos de las personas fallecidas en esas instituciones.

Se modifican siete artículos de esa ley y se establece la figura de consentimiento presunto, en el artículo 321, en donde se indica que la donación en materia de órganos, tejidos, células y cadáveres, consiste en el consentimiento presunto o expreso de la persona mayor de edad para que, en vida o después de su muerte, su cuerpo se utilice para trasplantes.

En el artículo 324, se precisa que habrá consentimiento presunto del donante cuando no haya manifestado su negativa a que su cuerpo o componentes sean utilizados para otras personas.

López Brito refirió ante el pleno que en 2017 había 20 mil 420 personas en lista de espera para ser receptor de un órgano donado, 13 mil 634 requerían un riñón, y 7 mil 486 esperaban trasplante de córneas, entre otros.