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Vivimos en el país donde todo se vale, señala especialista

Narcicismo maligno sociopático priva en lo individual y lo social en México
 
Periódico La Jornada
Sábado 27 de enero de 2018, p. 10

Los políticos que cometen actos de corrupción padecen de narcicismo maligno sociopático, aseguró la presidenta de la Asociación Sicoanalítica Mexicana, Delia Hinojosa.

Durante el 57 Congreso Nacional de Sicoanálisis México en el diván, dijo que se trata de individuos que tienen hambre de poder y de dinero, y no les importa ni el quebranto ni el daño que ocasionan a otras personas ni al país.

El manejo del poder y la corrupción se lleva a cabo por individuos sociopáticos que, aseguró ayer, no tienen respeto por la ley, viven el hago lo que yo quiera a costa de lo que sea y aprovechan el poder para eso. Utilizan las funciones y los medios a su alcance para sacar provecho económico o de otra índole, sostuvo.

Afirmó que expresiones del léxico mexicano “como el que no tranza, no avanza o el que no chinga, se chinga contienen toda una serie de aspectos sicológicos que se han convertido en una especie de valores socializados que son manifestaciones de un ideal sociopático de poder omnipotente, que no tiene límites”.

Para ellos, subrayó Delia Hinojosa en el Hospital Ángeles, del Pedregal, no cuentan las normas ni valores como la honestidad y la solidaridad. Vivimos en el país donde todo se vale y estas expresiones son manifestaciones de un narcisismo maligno sicopático, que priva tanto en lo individual como en lo social.

Lo único que les importa, subrayó, es conseguir los propios fines, ejerciendo dominio, control, sometimiento o destrucción y aniquilación del otro, lo cual es percibido como el medio de gratificación de esas necesidades de omnipotencia, y no como una persona a la que se debe respeto y consideración.

Resaltó, en entrevista posterior, que el narcicismo maligno sociopático existe en diferentes grados y matices. Va desde las actuaciones más violentas y sádicas de criminales como el Mochaorejas, la Mataviejitas, el Pozolero, hasta los estafadores de cuello blanco, las redes de corrupción y complicidades que se establecen entre políticos, empresarios, que es como el club de los impunes. También incluyó trastornos perversos.

La sicoanalista lamentó que la corrupción haya proliferado en el cuerpo social mexicano como un cáncer, junto con la impunidad y la violencia.