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Jueza las reconforta y llama hermanas sobrevivientes y guerreras

No me curaste, sólo me hiciste daño, reclama víctima al ex médico Nassar
 
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de enero de 2018, p. a12

Lansing, Michigan.

Isabell Hutchins practicaba gimnasia en el área de Lansing, Michigan, y competía pese a los intensos dolores en una pierna. Por esa razón acudió con quien era médico del equipo estadunidense de la especialidad, Larry Nassar. No la atendió como exigía la lesión, que resultó ser una fractura. Nassar, en cambio, abusó sexualmente de la joven atleta.

Hutchins relató ayer su experiencia de abuso sexual perpetrado por Nassar, quien agredió a más de un centenar de niñas y adolescentes, entre ellas varias gimnastas, y cuya audiencia de sentencia está por llegar al final.

La ex gimnasta contó como Nassar ignoró la fractura en una pierna mientras abusó de ella en el sótano de su casa, en uno de los últimos testimonios de víctimas en la audiencia contra el ex médico.

Tú no me curaste. Solamente me hiciste daño, le dijo Hutchins a Nassar, que estaba sentado apenas a metros de ella en la sala del tribunal en el condado Ingham.

Nassar de declaró culpable de abusar sexualmente de siete personas en el condado Ingham, pero la audiencia de sentencia está abierta para testimonio de toda persona que dice haber sido víctima de él.

Más de 120 mujeres y niñas le han confrontado personalmente o enviaron declaraciones para ser leídas en cinco días de audiencias y decenas más han pedido hacerlo.

Nassar ya había sido condenando a 60 años de prisión por delitos de pornografía infantil. Bajo un acuerdo con la fiscalía, recibirá como mínimo de 25 a 40 años de prisión por penetrar con los dedos a niñas con la excusa de tratamiento médico entre 1998 y 2015, aunque la sentencia puede ser mucho mayor.

Antes que la jueza Rosemarie Aquilina entrase a la corte, Nassar se sentó junto a su abogado y sacudió la cabeza al leer una nota.

La jueza continuó su práctica de elogiar a cada testigo. Trató, además, de aliviar la pesadumbre de una madre que se culpó a sí misma por no descubrir el abuso.

Los indicios pudieron haber existido, pero estaban ocultos. La culpa es de él, dijo Aquilina.

La jueza, quien ha mostrado su sensibilidad y solidaridad con las víctimas, muchas de ellas quebradas al revivir sus experiencias de abuso, reconfortó a las mujeres que testificaron en la audiencia del lunes.

Quiero que ustedes sepan que sus rostros y el de todas las hermanas sobrevivientes y guerreras, todo su ejército, han hecho que yo escuche sus palabras, indicó Aquilina.