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Su padre y un hermano, levantados; otro estuvo preso y hace poco lo hirieron a balazos

Exige justicia para sus familiares, víctimas de violencia en Michoacán

Delincuentes y autoridades de los 3 órdenes de gobierno, implicados, asegura Laura Orozco

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Autodefensas realizan rondines de seguridad en el municipio de Parácuaro, Michoacán, para enfrentar al crimen organizado. ArchivoFoto Ignacio Juárez
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 14 de enero de 2018, p. 24

Laura Orozco Medina presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de Justicia del Estado de Michoacán (PGJE) contra quien resulte responsable de la agresión a balazos contra su hermano, José Iván Orozco Medina de 31 años, cuando viajaba en la carretera San Francisco-Nuevo Zirosto, municipio de Uruapan, el 11 de enero pasado.

José Iván tiene impactos de armas de alto calibre en su cuerpo y golpes producidos por el impacto de su vehículo, el cual se salió de la carretera, pues fue agredido cuando manejaba. Se encuentra en terapia intensiva en un hospital de Uruapan.

Laura Orozco dijo, además que desde 2009 su padre y otro de sus hermanos están desaparecidos, y José Iván estuvo injustamente preso de 2007 a 2012, periodo en el cual su familia fue despojada de propiedades y huertas de aguacate.

Lo grave de todo es que estuvieron involucrados delincuentes y autoridades de los tres órdenes de gobierno, afirmó Orozco Medina, también abogada e integrante de la organización defensora de derechos humanos Caminando por Justicia.

Manifestó que su familia y la organización no han recibido respuesta ni del gobierno ni de organismos defensores de Michoacán, ni del país, ni internacionales, a los que les solicitaron ayuda para esclarecer la serie de agresiones contra su familia.

Estamos indignados y muy molestos, desde hace años los tres órdenes de gobierno saben qué pasa y nada han hecho. Saben perfectamente quiénes son los criminales, pero todo indica que están protegidos, subrayó Laura, quien actualmente estudia una maestría en derecho penal.

Todo comenzó en 2006

Todo se inició después de 2006, cuando mi papá (Leonel Orozco Ortiz) se negó a pagar cuotas de extorsión. No nos lo dijo; pero lo supimos por lo que ocurrió después. Lo más triste es que no sólo eran delincuentes sino también autoridades de seguridad, militares, empleados de gobierno estatal y policías municipales, señaló.

En 2007 durante un operativo en la comunidad Nuevo Zirosto, municipio de Uruapan, donde la familia Orozco Medina tenía su casa y huertas de aguacate, una partida de militares ingresó al pueblo, se metió a su casa y se llevaron detenido a José Iván con el argumento de que había drogas y armas. “Fue falso, dicen que era parte de la guerra contra el narco, de los llamados falsos positivos, que agarraban a cualquiera, luego lo presentaban, y así era como lograban resultados. Ese día le pidieron dinero a mi papá para que no se lo llevaran.

Mi papá se negó y a mi hermano lo acusaron de uso de armas exclusivas del Ejército y posesión de drogas. Nosotros Somos gente de campo que siempre se ha dedicado al cultivo de aguacate, sostuvo Laura.

Posteriormente se inició el proceso penal contra José Iván. Dos días antes de que su padre acudiera a presentar pruebas (2008) ante la Comisión estatal de Derechos Humanos por la actuación ilegal de los militares, mi papá fue detenido y desaparecido, cuando se encontraba en Nuevo Zirosto, de donde somos.

El día de la detención de su padre arribó un comando armado que aseguró era de la policía ministerial y según ellos tenían una orden de aprehensión contra Leonel Orozco: encañonaron a su hermano menor, a su madre y a un tío que estaba de visita.

Mi tío, junto con mi hermano, se dirigieron de inmediato al pueblo de Peribán de Ramos, donde se ubica un puesto de control militar para pedir auxilio, incluso mi tío y mi hermano llegaron antes de que detuvieron a mi papá; pero los militares se negaron a ayudarlos.

Cuando presentaron la denuncia penal en Uruapan por esa supuesta detención, casi de inmediato comenzaron a llamar por teléfono a su familia. Nos dijeron que querían una huerta de aguacate y varios pagarés de personas que le debían a mi papá, como condición para dejarlo libre, así como 5 millones de pesos. El dinero lo juntamos como pudimos, pero nunca nos entregaron a mi papá.

Pasaron meses, y el 18 de abril de 2009 su hermano menor, también de nombre Leonel, salió de trabajar y acudió a ver a José Iván que estaba preso, siendo interceptado por sujetos que tenían insignias de AFI y dispararon balas de salva contra la camioneta para obligarlo a bajar. Al final se lo llevaron y también pidieron 5 millones de pesos y huertas de aguacate.

Les dijo que ya no teníamos dinero. Nos hicieron saber que eran los mismos que se llevaron a mi papá. No se juntó todo el dinero, les dimos 3 millones y tampoco entregaron a mi hermano. Tenía 17 años y era el más pequeño de la familia. Además, continuaron los rondines de militares en la casa. Hubo hostigamiento, cateos sin orden.

Desplazamiento forzado

La familia se vio obligada a desplazarse. Le dejamos a los hermanos de mi mamá nuestras tierras. En mayo de 2010 llegó un grupo de hombres armados y se llevaron a mis tíos, a quienes les dijeron que les enseñaran nuestras propiedades y entregaran la documentación. Nos quitaron todo.

A principios de 2012 José Iván salió de la cárcel e interpuso denuncias en instancias estatales y federales; “pero no le hicieron caso. “Mi hermano comenzó a investigar por su cuenta. Se anduvo escondiendo.

En mayo de 2012 me llamó por teléfono: dijo que andaba en Apatzingán y la policía de ese municipio lo quería secuestrar, después de que visitó la Junta de Sanidad Vegetal para sacar aguacate de nuestras propiedades, (donde) le dijeron que las huertas ya no estaban a nuestro nombre sino de otra persona.

La policía de Los Reyes se lo quiso llevar, él logró escapar. “Dedujimos que la policía municipal estaba coludida con el grupo paramilitar que existe en esa región. Tuvo la suerte de que elementos federales lo ayudaran.

Fue así como José Iván se integró a un grupo de autodefensas de la región de Nuevo Zirosto y fue la manera de que se recuperaron algunas propiedades.

Sanidad Vegetal reconoce ahora como propietaria a la familia Medina Orozco; durante el despojo de tierras una de sus huertas estuvo registrada como El Guamúchil. De unas 40 hectáreas recuperaron 25. El grupo de autodefensas, integrado por productores de aguacate, están organizados para evitar despojos, porque también hubo otras familias afectadas.