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Primero entregaron víveres; en esta fase, hornos de barro y catres

Binni Birí: de centro de acopio en CDMX a proyecto solidario para afectados por sismo
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Una voluntaria del grupo Bicú Yuba imparte talleres de zapoteco y pintura a niños damnificados por los sismos que sacudieron Oaxaca y el centro del país en septiembre con la finalidad de ayudarlos a recuperarse física y emocionalmenteFoto Diana Manzo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 23 de diciembre de 2017, p. 28

Juchitán, Oax.

Niños, jóvenes y adultos integran el colectivo Binni Birí –que significa Gente Hormiga en zapoteco–, creado para ayudar a los afectados por el terremoto de septiembre pasado, labor que hoy continúan en la etapa de reconstrucción.

La poeta zapoteca Natalia Toledo, el escritor Mardonio Carballo y el artista Demián Flores impulsan este proyecto solidario que comenzó con un centro de acopio en la colonia Condesa de la Ciudad de México (CDMX), y al llegar a Juchitán para la distribución tuvo respuesta inmediata de voluntarios a los que se bautizó como Binni Birí.

En su momento entregaron decenas de toneladas de apoyos, y ahora en la reconstrucción entregan hornos de comixcal a mujeres productoras de tortillas y totopos, además de catres. Según Natalia Toledo, durante la emergencia se necesitaron manos, y llegaron a apoyar niños y niñas, sus vecinos de la séptima sección a las que se llamó primero escuadrón hormiguita y después en zapoteco binni birí.

Ha sido una gran labor y no nos cansamos, no sólo somos nosotros, hay mucha gente con la cual estamos sumamente agradecidos; mientras algunos vamos a buscar los apoyos y donativos, otros se encargan de la distribución para que llegue la ayuda a todos los necesitados, vivir un terremoto no es cualquier cosa, ahora estamos en la reconstrucción y la ayuda es para reactivar la economía y que los damnificados sobrevivan donándoles catres para el descanso y también hornos de barro de comixcal, dijo.

Los pequeños integrantes del escuadrón hormiguita armaban en dos horas unas 200 despensas, que repartían a pie, en triciclo y camionetas. Maury, de 13 años, es un binni birí; el terremoto tiró su casa, lo que no le impidió unirse a la labor de ayuda. Su tarea principal es descargar ayuda de camiones y armar los apoyos. “Me siento como en familia, ha sido muy chida está amistad que se ha logrado en casa de Cielo Min (Natalia Toledo), entramos y salimos como hormigas cargando cosas, y no nos cansamos”, dijo.

Eddie, de 10 años de edad, sonríe al afirmar que a diario pasa más de 12 horas en casa de Natalia Toledo ayudando, porque los suyos perdieron todo. No tengo casa, mi madre elabora una bebida que se llama bupu, por eso así me dicen, desde que Natalia nos pidió colaborar para descargar las toneladas de despensa y ayuda estoy aquí, me gusta el ambiente y vamos a seguir ayudando, afirmó.

El más pequeño de las hormiguitas es Ian, de siete años de edad. Es el más activo porque es muy delgado y fácilmente se desplaza entre los enormes bultos de ayuda para sacarlos.

Para la distribución, Rocío López de Paz, Juan Manuel Vásquez Ramos, Adrián Santiago y otros más colaboran de forma intensa. Durante la emergencia ocuparon tres camionetas y ahora solo una para distribuir ayuda, pero también lo han hecho a pie y en triciclos.

Rocío es hija de la poeta juchiteca, y junto con voluntarios acudió a dar ayuda a las localidades de Xadani, San Dionisio, San Blas, Santa Cruz Pueblo Nuevo, Chicapa de Castro, Ixtaltepec y Unión Hidalgo.

Eran toneladas y toneladas de productos que gente altruista nos dio, se ha repartido la mayoría, ahora estamos en el proceso de la reconstrucción, los niños, nuestros vecinos, hicieron mucho, sin el escuadrón hormiguita no hubieramos podido lograrlo, son indispensables, los queremos mucho, dijo.

Juan Manuel Velázquez Ramos, artista visual de Juchitán, dejó los pinceles y se unió a la ayuda. Ahora estamos donando catres, cobijas, hornos de comixcal, vamos casa por casa, es una tarea muy rica porque ves a la gente en la condición en que vive, la reconstrucción no ha sido fácil para los juchitecos, mucha gente duerme debajo de las lonas y en las casas de campaña aún, dijo.

Adrián Santiago es otro de los voluntarios, la labor solidaria que realiza ha sido crucial para llegar a las colonias y secciones más alejadas del centro de Juchitán, pero no se cansa, su ayuda es infinita, dice.

Otro aliado del colectivo Binni Birí es el grupo Bicú Yuba, que enseña arte a niños damnificados y ofrece funciones de cine, además que realiza talleres de idioma zapoteco y pintura para seguir impulsando la reconstrucción física de las personas.