En materia de combate al VIH el máximo reto para México no está en el terreno de lo médico, sino en lo cultural, ya que la presión de organizaciones ultraconservadoras y las omisiones de partidos políticos y autoridades es lo que ha frenado las acciones que podrían ayudar al control y la erradicación de la pandemia, afirmó María Clemente García Moreno, directora general de la organización Agenda LGBT.

En entrevista por el Día Mundial de Lucha Contra el Sida –que se conmemoró ayer–, García Moreno llamó a aprovechar la coyuntura electoral de 2018 para hacer que los diferentes candidatos a la Presidencia aborden públicamente temas como educación, diversidad sexual y uso de métodos anticonceptivos. La mayor amenaza para enfrentar la pandemia es el conservadurismo político de nuestros funcionarios, que no se atreven a realizar una política pública por miedo a perder votos de las diferentes iglesias.

Reconoció que ha habido avances en lo que se refiere al otorgamiento gratuito de medicinas antirretrovirales a prácticamente todos los pacientes que los necesitan –lo que ha ayudado a convertir al VIH en una enfermedad crónica, en vez de mortal–; también recordó que hay múltiples factores que inciden en el éxito o fracaso de las estrategias contra el virus, uno de ellos es la estigmatización de los pacientes seropositivos e incluso la criminalización de los grupos de diversidad sexual, lo que afecta en primer lugar a sus integrantes, pero también al resto de la sociedad y sobre todo a los jóvenes en situación de pobreza, quienes viven su vida sexual sin elementos suficientes para cuidarse adecuadamente.

Recordó que, según estudios oficiales, una de cada tres nuevas infecciones por VIH se da en personas de 15 a 25 años, la mayoría sin acceso a educación sexual, ya que desconocen cómo tener relaciones sexuales placenteras y seguras.