Opinión
Ver día anteriorViernes 17 de noviembre de 2017Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
La Muestra

The Square

C

ataclismos en cadena. ¿Qué tan delgada es la línea que separa a un impulso de generosidad hospitalaria de la mezquindad moral que, de modo inesperado, lo cancela en un instante? El tema de la responsabilidad individual y el compromiso, y la forma en que una persona es capaz de sustraerse a ellos precipitando su propia vida y las ajenas en un caos, está presente en los títulos que en México se conocen del realizador sueco Ruben Östlund, desde Play, juegos de hoy (2011) y la estupenda Fuerza mayor (2014), hasta el más reciente, The Square (El cuadrado/La plaza), Palma de Oro este año en el Festival de Cannes. Cada una de estas cintas elabora, a partir de una anecdota personal, una radiografía de la sociedad sueca, estado de bienestar por antonomasia, y sus contradicciones y paradojas morales como reflejo agudo de un malestar occidental más difuso.

En The Square, el realizador escandinavo propone una sátira social ambientada en el mundo de las galerías de arte y los museos. Christian (Claes Bang), curador de un museo de arte contemporáneo, hombre liberal y muy apacible, prepara una instalación cuya pieza central es un pequeño espacio cuadrado en el interior de un patio, un santuario de confianza y empatía donde todo mundo puede compartir los mismos derechos y obligaciones. Una utopía de la solidaridad y del respeto humano. Como en una fábula negra, de corte buñueliano, las mejores intenciones de este profesional del arte moderno se verán contrariadas por una realidad que lo obliga a padecer una sucesión de desventuras cada vez más absurdas. Christian lleva a la práctica su sentido de solidaridad defendiendo en la calle a una mujer supuestamente víctima de una agresión machista, y termina sorpresivamente desposeído de su cartera y su celular. Procura recuperarlos y su estrategia torpe para hacerlo lo vuelve responsable involuntario de una injusticia más grave. Una heterodoxa campaña publicitaria para promover su instalación convierte el cuadrado de la utopía social en un espacio de deshumanización y violencia que pronto viralizan las redes sociales y los medios. Por si ello fuera poco, en la mejor secuencia del filme los patrocinadores de la exposición padecerán una agresión, también inesperada, de la galería beneficiada durante un performance muy provocador que se sale totalmente de control.

The Square, sátira del absurdo, combina elementos de comicidad y suspenso para señalar, de manera ciertamente oblicua, aunque no menos contundente, algunas de las inconsistencias y torpezas en un ambicioso contrato social europeo todavía incapaz de disminuir, en su propio seno, las desigualdades e injusticias más elementales. El utópico cuadrado de una Europa hospitalaria y generosa se ve continuamente amenazado por una fuerza mayor susceptible de derribarlo todo en cualquier instante. Esa fragilidad la vive Christian en carne propia, atrapado en sus proyectos fallidos, en su doble moral de ciudadano liberal y atemorizado, en su vida amorosa que acumula complicaciones, y en su incapacidad para asumir, con coherencia, cualquier tipo de compromiso perdurable. De una cinta a otra, el director sueco Ruben Östlund viene proponiendo y afinando esta desencantada visión del mundo occidental. The Square es el capítulo más perturbador y complejo de esa triste historia.

Se exhibe en la sala 1 de la Cineteca Nacional, a las 12:15 y 17:45 horas.

Twitter: @CarlosBonfil1