El consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova lamentó el recorte de 800 millones de pesos al presupuesto 2018 del organismo, porque representa la mayor disminución de la historia.

Se declaró preocupado, ya que el monto de la reducción equivale al costo de la instalación de casi 24 mil casillas, en las que emitirían el voto más de 13 millones de ciudadanos.

De ese tamaño es la disminución de 800 millones de pesos, inédita en la historia del país para un proceso electoral presidencial, de las dimensiones que tendremos, expresó en Campeche.

La Cámara de Diputados asignó al INE un monto de 24 mil 215 millones 327 pesos cuando había solicitado 25 mil 15 millones 327 mil pesos. Córdova señaló que esto incidirá exclusivamente en el presupuesto operativo del instituto, mas no en el de los partidos, de los cuales no fue tocado ni un centavo.

Ofreció que procurarán no pedir más dinero a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), aunque los legisladores colocaron una salvaguarda que les permite hacerlo.

El INE había solicitado un presupuesto 58.4 por ciento superior al de este año (de 15 mil 702 millones de pesos), que según la SHCP representaba el mayor incremento solicitado por los órganos de los poderes de la Unión y los autónomos.

Sin embargo, el consejero presidente aseguró que su proyecto ya tenía un ajuste interno del orden de mil 600 millones de pesos respecto de una primera versión. Es decir, el INE nunca ha jugado a pedir presupuestos inflados para asumir o compensar eventuales disminuciones, aseguró durante la asamblea de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia.

Se le preguntó si interpreta esta medida como un castigo y respondió: No quiero hacer ningún tipo de lectura política. Vuelvo a insistir, el proceso electoral está en marcha, el INE está trabajando y el 1º de julio los ciudadanos pueden estar seguros de que existirán todas la garantías para que la elección se lleve a cabo como se debe.

Por lo pronto, la Comisión de Presupuesto inició ayer los trabajos para proponer al Consejo General las partidas presupuestales que se verán afectadas, porque –como dijo Córdova– se acata el mandato de la Cámara de Diputados.

Por otra parte, planteó a los magistrados electorales que el INE no goza, al contrario, se erosiona cada vez que una resolución del INE es revocada por el tribunal, y hay muchos que lucran de ese hecho, a pesar de que es algo normal en un Estado de derecho que es constitucional.

Afirmó que los consejeros no quieren que les revoquen sus resoluciones, y cuando ocurre quieren una guía orientadora, no sólo a partir de los criterios que se forman en la sentencia, sino de discusión y diálogo entre ambos órganos.