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Catherine Camus, hija del premio Nobel, impulsó la difusión de 875 misivas

Las cartas de Camus y Casares hacen que el mundo sea más vasto y luminoso

Permanecían inéditas y ahora se publican en Francia

Estoy que ardo, por dentro, por fuera; todo arde, alma, cuerpo, encima, debajo, corazón, carne, escribió la actriz al narrador

Foto
María Casares (1922-1996), actriz franco-española, en un fotograma de la película Orfeo, 1950, dirigida por Jean Cocteau; a la derecha, Albert Camus (1913-1960), captado en 1957. Ambos personajes mantuvieron correspondencia amorosaFoto Robert Edwards/ Wikimedia Commons
 
Periódico La Jornada
Sábado 11 de noviembre de 2017, p. 3

París.

Él la llama Mon amour chéri, ella le responde Mon cher amour. La correspondencia amorosa entre el escritor Albert Camus y la actriz franco-española María Casares, publicada esta semana en Francia, arde de pasión.

Sus cartas hacen que el mundo sea más vasto, el espacio más luminoso, el aire más ligero, simplemente porque existieron, escribe Catherine Camus, hija del premio Nobel de Literatura, promotora de la publicación de 865 misivas inéditas.

María Casares y Albert Camus se conocieron en París el 6 de junio de 1944, día del desembarco aliado en Normandía, en la Segunda Guerra Mundial. Ella tenía 21 años, él 30 y estaba casado con Francine Faure, madre de los gemelos Catherine y Jean.

Cuando los amantes se conocen, Francine se hallaba en Argelia. Regresa a París en septiembre y María, destrozada, rompe con Camus. El autor de El extranjero queda desconsolado. Mire hacia donde mire, sólo percibo la noche (...) sin ti ya no tengo mi fuerza. Creo que tengo ganas de morir, le escribe Camus.

La separación duró cuatro años. Sin embargo, el 6 de junio de 1948, Camus y Casares se cruzan por azar en una calle de París. No volverán a romper.

Sus intercambios epistolares son casi diarios. Hablan de su trabajo (Casares se halla a menudo de gira en Francia y el extranjero), se ponen al día de los chismorreos, pero ante todo se impone su pasión amorosa.

Intercambio epistolar de 12 años

Camus escribe a su pequeña gaviota, su trucha negra, su sabrosa. Las cartas son ardientes. Estoy impaciente. Imagino el momento en que cerraremos la puerta de tu habitación, escribe Camus. Estoy que ardo, por dentro, por fuera. Todo arde, alma, cuerpo, encima, debajo, corazón, carne (...) ¿Lo has entendido? ¿Bien entendido?, escribe Casares.

Esta correspondencia, ininterrumpida durante 12 años, muestra el carácter irresistible de su amor, escribe Catherine Camus en el prólogo de este libro de más de mil 300 páginas.

Las cartas de la hija de Santiago Casares, último presidente del consejo de ministros de la Segunda República española, permiten descubrir la vida de una gran actriz de cine y teatro, su valor y sus errores, según la hija de Camus.

La intérprete, asalariada primero de la Comedia Francesa y después del Teatro Nacional Popular de Jean Vilar, actuó junto a actores franceses como Michel Bouquet y Gerard Philipe. Interpretó a Martha en El malentendido y a Dora en Justos, dos obras de Camus.

Su amor es unificador. Mientras triunfa en Argentina, en octubre de 1957, Casares escribe las palabras de agradecimiento que tuve que pronunciar, las pronuncié pensando en ti. Una semana más tarde, Camus fue coronado con el Nobel de Literatura. Él le envió un telegrama: Nunca te había echado tanto de menos.

Última carta

La última carta de Camus a su gran amor está fechada del 30 de diciembre de 1959.

Última carta, escribe el autor de forma premonitoria. Instalado en su casa del sureste francés desde noviembre de ese año, anuncia a su amante que finalmente regresará por carretera a París el 4 de enero.

Hasta pronto, mi preciosa. Estoy tan contento con la idea de volverte a ver, que me río mientras te escribo (...) Te mando besos, te abrazo contra mí hasta el martes, cuando volveré a hacerlo.

Camus nunca llegó a París. Murió en un accidente de auto en su camino hacia la capital.

María Casares falleció en 1996, a los 74 años.