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Estoy orgullosa y emocionada; es mi sincera forma de ayudar después el sismo: la Joya

Donarán a damnificados taquilla del combate entre Esmeralda Moreno y Yéssica Chávez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 27 de septiembre de 2017, p. a10

Esmeralda Joya Moreno criticó hace unas semanas a los empresarios del boxeo por los sueldos tan bajos que cobran las mujeres en este negocio, pero a unos días de que dispute el cinturón diamante del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) para la mejor peleadora en peso mosca, hoy ese tema ya no le importa.

Después de que Promociones del Pueblo –su promotora– anunció que donará la taquilla completa del próximo sábado para los damnificados por el terremoto del 19 de septiembre, Esmeralda peleará motivada porque considera que hará una pequeña contribución con su trabajo.

El combate por el cinto diamante contra Yéssica Kika Chávez en el Centro Regional de Cultura, Arte y Deportes, en Ecatepec, tiene la expectativa de superar 200 mil pesos que serán entregados para hacer frente a la emergencia que golpeó a Puebla, Morelos y la Ciudad de México, principalmente.

Ya no me interesa el tema del sueldo, dice Esmeralda entusiasmada; yo pelearé orgullosa porque representa mi mejor etapa como boxeadora y al mismo tiempo es mi pequeña pero sincera forma de apoyar con mi trabajo a la gente que sufrió pérdidas con la tragedia.

Con el paso de los días, Moreno cuenta que la gente ha vuelto a preguntarle por su pelea del fin de semana en Ecatepec. Eso le inspira emoción, pues considera que también necesitan algo de esparcimiento por un momento.

Hay expectativa por el combate, la gente en Ecatepec parece emocionada, yo estoy comprometida con regalarles una buena pelea y si eso sirve para una acción social me siento también emocionada. Ojalá se reúna una buena cantidad de dinero, dice.

Para Esmeralda representa la culminación de un proceso, desde que se retiró casi un par de años por maternidad, hasta retomar el ritmo para volver a ser campeona del mundo, en peso minimosca y ahora en la categoría superior y con el cinto diamante en disputa.

Esperé casi medio año, desde que gané la eliminatoria para este combate, relata; pero en lo que llegaba la fecha tuve que ser paciente. Sólo descansé 15 días, pero después me metí de lleno al gimnasio.

Para evitar un desgaste adverso, Esmeralda tuvo asesoría médica especializada y no otorgó ventajas por tanto tiempo de preparación. Incluso a unos días de pesaje, ya tiene bajo control lo que exige la división.

En la esquina tiene a Víctor Díaz, el Vaquero, quien también está particularmente motivado, pues hará un juego de estrategias ante uno de los mejores entrenadores del mundo, Ignacio Beristáin.

“No voy a caer en el boxeo que me quiera imponer Kika”, adelanta; tiene un estilo típico de la gente de Beristáin; mi entrenador trabajó un tiempo bajo sus órdenes y lo conoce bien. Mis derrotas y mis errores me enseñaron a no caer en la trampa.

Esmeralda no se arrepiente de la crítica que hizo por los sueldos de las boxeadoras, pues asegura que no fue en particular a su empresa, sino a este deporte en general. Pero hoy ya no le pesa si lo que se genere el sábado sirve para aliviar aunque sea a unos pocos.