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19/S: El dolor y la esperanza

Habría que revisar cómo elaboraron los que colapsaron

Edificios construidos con las nuevas normas no debieron fallar: experto
 
Periódico La Jornada
Viernes 22 de septiembre de 2017, p. 6

Las caídas y afectaciones en edificios y construcciones durante y después de un terremoto depende de varios factores: la distancia a la que se ubican del epicentro, la estructura del inmueble y el tipo de sismo, aseveró Sergio Alcocer Martínez de Castro, investigador de la Coordinación de Estructuras y Materiales del Instituto de Ingeniería (II) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En entrevista con este diario, el doctor en ingeniería por la Universidad de Texas en Austin y vicepresidente del Colegio de Ingenieros Civiles de México enfatizó que los inmuebles construidos con base en las normas aprobadas tras el terremoto del 19 de septiembre de 1985 no debieron fallar.

Las estructuras que siguieron estrictamente ese reglamento no tuvieron problema (con el sismo del pasado martes); habría que revisar si las que colapsaron se construyeron bien.

De acuerdo con cifras de Protección Civil federal, el sismo de hace tres días derribó 38 edificios y dejó entre 200 y 500 inmuebles con daños graves en la Ciudad de México.

Alcocer Martínez de Castro explicó que la intensidad del sismo del martes fue mucho mayor a la de 1985 en algunas zonas de la capital del país (como Tláhuac), porque se originó a una distancia mucho más corta, lo que explica por qué hubo daños en zonas que en el pasado no habían sido afectadas.

El del 19 de septiembre de hace 32 años tuvo epicentro a 400 kilómetros de la Ciudad de México, mientras que el del pasado martes fue a 120 kilómetros.

Otra diferencia es que hace 32 años las estructuras que se desplomaron eran de entre 10 y 15 pisos, y en el de hace unos días tenían de cuatro a ocho.

El reglamento tras el sismo de 1985, que las constructoras están obligadas a cumplir, señala cuatro puntos específicos para que los inmuebles sean más resistentes a este tipo de eventos: es más estricto para que los materiales que se utilicen sean de mayor calidad; se obliga a dar mejor soporte a la estructura mediante muros, columnas y mampostería más grande; se requiere que se coloquen estribos en las columnas y castillos más resistentes, así como colocarlos más próximos unos de otros, y que lo que se proyecté en el diseño se traduzca en la construcción.

El especialista, ex presidente de la Academia Mexicana de Ingeniería y miembro nivel II del Sistema Nacional de Investigadores, aseveró que si casas, edificios y otros inmuebles presentan grietas pequeñas, del espesor de un cabello, son normales después de un sismo de tal magnitud, por lo que no hay riesgos, aun cuando existan varias. En cambio, si son grandes y se presentan en al menos 30 por ciento de la edificación, se debe acudir a Protección Civil o algún ingeniero para que realice una valoración de fondo.