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Infraestructura en crisis

Habitantes exigen a las autoridades meter en cintura a la empresa española

El Circuito Exterior Mexiquense, a cargo de OHL, caro y con serias deficiencias
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La carretera México-Toluca, una de las que presentan un alto índice de accidentes, según reporte de las autoridadesFoto Cuartoscuro
Corresponsales y La Jornada de Oriente
Periódico La Jornada
Domingo 16 de julio de 2017, p. 5

A pesar de ser una de las autopistas más caras del país, el Circuito Exterior Mexiquense, que fue concesionado a la española OHL y que corre a lo largo de 110 kilómetros por 18 municipios del norte y oriente del estado de México, tiene deficiencias en su infraestructura.

Los automovilistas que circulan por esta vía se quejan de continuos deterioros en el asfalto por los vados, al haberse edificado en lo que fue la ribera del ex Lago de Texcoco en su tramo del oriente; además de que no cuenta con sanitarios.

En dicha autopista se registran continuamente accidentes viales con saldos fatales, atribuidos a la falta de camellones, señalamientos viales, vados en el asfalto y el exceso de velocidad.

Asociaciones de vecinos de Ecatepec y Nezahualcóyotl exigieron a las autoridades obligar a la empresa española a mejorar las condiciones de la carretera, pues por recorridos cortos y deteriorados en el asfalto pagan tarifas muy altas.

Es de las más caras y la infraestructura deficiente. No cuenta en todo su recorrido con sanitarios, la vigilancia es escasa y en algunos tramos hay vados que necesitan mantenimiento, dijeron.

La construcción del Circuito Exterior Mexiquense, hace más de 10 años, provocó diversas afectaciones. En Ecatepec dejó daños en 3 mil 800 casas, que OHL no ha resarcido a sus dueños. A los ejidatarios de Texcoco y Tultepec tampoco ha terminado de indemnizarlos por sus tierras.

La carretera federal México-Toluca, que administra Pinfra, presenta el mayor índice de siniestros en la zona centro del país y esto se agravó hace cuatro años cuando se inició la construcción de la autopista Lerma-La Marquesa y el Tren Interurbano México-Toluca. En ella se cierran carriles o es frecuente el tránsito de vehículos de carga a velocidades lentas.

En la nueva autopista Lerma-La Marquesa hay constantes accidentes, sobre todo en la zona de casetas, porque no cuenta con rampa de emergencia para las unidades que se quedan sin frenos en la bajada. Este año, al menos cuatro camiones pesados se han impactado con las casetas de peaje.

Esta autopista costó más de 3 mil millones de pesos y es operada por Pinfra, empresa que también cuenta con la concesión de la autopista Tenango-Ixtapan de la Sal, que tiene hundimientos en su tramo por Tlanixco, lo que obliga al cierre de carriles.

También la carretera federal 115 se ha convertido en una de las arterias más peligrosas del oriente mexiquense, debido a la falta de mantenimiento, y ahora por la inseguridad que padecen sus habitantes, principalmente en el tramo de Chalco a Amecameca.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes edificó otra carretera adicional: un tramo de cuota de 23 kilómetros, para conectar con Cuautla, Morelos. Al paso de los años, la 115 se ha deteriorado por falta de mantenimiento.

Los automovilistas particulares, del transporte público foráneo y urbano, así como los transportistas de carga sufren por los encharcamientos entre Cocotitlán y Chalco, además de los vados, baches y falta de señalizaciones que provocan accidentes.

La carretera 115, que comunica con Cuautla, es utilizada por miles de automovilistas de los municipios de Ecatzingo, Tepetlixpa, Ozumba, Amecameca, Juchitepec, Ayapango, Tlalmanalco, Tenango del Aire, Temamatla, Cocotilán, Chalco e Ixtapaluca.

El Viaducto Elevado de la autopista México-Puebla, concesionada por 30 años a OHL y Pinfra e inaugurado en octubre por Enrique Peña Nieto, ha provocado congestionamientos viales. El peaje representa un costo por kilómetro de 3.59 pesos, de los más caros del país.

A menos de un año de su inauguración, el Viaducto Elevado ya recibe mantenimiento, se han repavimentado cerca de dos kilómetros y la circulación se ha reducido a un carril. En su parte inferior, el gobierno de Puebla habilita un carril que solía ser una ciclopista que no se usó por el peligro que representaba para sus usuarios.