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Policías de Hidalgo lo torturaron para que se culpara de un plagio, denuncia la Limeddh

Trabajador agropecuario suma seis años encarcelado por un delito que no cometió

Reportan irregularidades y contradicciones en el proceso legal contra Ray­mundo Tejeda Pliego

 
Periódico La Jornada
Domingo 4 de junio de 2017, p. 15

Desde hace más de seis años, el empleado agropecuario Ray­mundo Tejeda Pliego permanece en la cárcel acusado injustamente de un delito que no cometió, luego de que policías lo detuvieron y torturaron para obligarlo a incriminarse como secuestrador, señaló la Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh).

La aprehensión de Tejeda Pliego, quien se dedica a la inseminación de ganado vacuno en la cuenca lechera de Tizayuca, Hidalgo, ocurrió el 2 de febrero de 2011, cuando fue interceptado por un grupo de hombres armados mientras regresaba de haber hecho un recorrido por los diversos ranchos donde laboraba, explicó Adrián Ramírez, presidente de la Limeddh.

En medio de insultos y golpes, sus captores –que resultaron ser policías– lo bajaron de su auto y se lo llevaron a un paraje cercano a la autopista México-Pachuca, donde fue sometido a actos de tortura física y sicológica. Horas más tarde, lo presentaron públicamente como autor confeso de un secuestro.

Además de la detención arbitraria y los actos de violencia cometidos en contra de Tejeda, en el proceso legal en su contra ocurrieron diversas irregularidades y contradicciones, entre ellas que la descripción física hecha en un inicio por las víctimas del secuestro no correspondía con los rasgos del trabajador.

Por otra parte, recordó el activista y médico, no se logró definir con exactitud la cuantía del rescate supuestamente solicitado a los familiares de las víctimas ni cómo éstos lograron reunir el dinero, por lo que la falta de consistencia en el relato incluso hace pensar que se trató de un autosecuestro.

Luego de que Tejeda Pliego finalmente denunció la tortura de la que fue objeto para obligarlo a inculparse, la Limeddh le aplicó el llamado Protocolo de Estambul –que consiste en una serie de inspecciones físicas y entrevistas para detectar malos tratos–, cuyos resultados fueron positivos.

Gracias a ello el detenido logró que las autoridades se vieran obligadas a reponer todo el proceso judicial, pero sin decretar todavía su puesta en libertad, por lo que hasta la fecha permanece detenido en el Centro de Readaptación Social de Pachuca, sin tener sentencia definitiva.

El de Raymundo Tejeda Pliego –subrayó Adrián Ramírez– es uno más de los centenares de casos de fabricación de culpables a los que siguen recurriendo las policías de todo el país para fingir que resuelven delitos, y cuyo origen es la falta de profesionalismo y la corrupción de los agentes, pero también el hecho de que los jueces siguen admitiendo la validez de confesiones autoinculpatorias, aunque exista la sospecha de que fueron arrancadas bajo tortura.