Representan la principal causa de mortalidad y un gasto de $81 mil millones anuales
El control de diabetes cuesta $230, la insuficiencia renal, $230 mil
Hipertensión y tumores de mama y próstata impactan en la productividad
Reducen hasta 13 años la esperanza de vida
Viernes 5 de mayo de 2017, p. 34
Un derechohabiente del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que vive con diabetes y la mantiene bajo control requiere de una inversión de 230 pesos al año para sus medicamentos. Para otro, que a causa de esa enfermedad ya tiene insuficiencia renal, se destinan 230 mil pesos para el pago de diálisis, hemodiálisis y otras complicaciones. Estos pacientes viven, en promedio, 62 años, mientras los primeros pueden llegar al promedio nacional de esperanza de vida de 75 años o más. Ese es el tamaño del reto que significan las enfermedades crónicas, advirtió el director del IMSS, Mikel Arriola Peñalosa.
Además de la carga económica para la institución, males como la diabetes, hipertensión arterial, así como tumores malignos de mama y próstata tienen un impacto negativo en la productividad y el pago de incapacidades y pensiones por invalidez, indicó durante la presentación del nuevo modelo de prevención de enfermedades crónicas.
El esquema se concentra en estos padecimientos, los cuales representan la principal causa de mortalidad en el país y en el IMSS, el mayor gasto económico, alrededor de 81 mil millones de pesos al año. De no hacer nada, la cifra se elevará a 344 mil millones de pesos para el año 2046. Ningún sistema de salud puede resistir esa carga, señaló.
Hoy es un momento clave para darle la vuelta
al problema y anticiparse a la aparición de estos males, a prevenirlos o detectarlos en sus etapas iniciales, en las cuales todavía es posible que las personas vuelvan a una condición de normalidad en su salud, dijo ante trabajadores del instituto y representantes de los sectores obrero y empresarial.
En individuos con factores de riesgo para diabetes y con la enfermedad en sus etapas iniciales se logrará reducir el costo unitario de la atención médica hasta en 40 por ciento a largo plazo. Además, bajará 13 por ciento el gasto en pensiones por invalidez y fallecimiento y 7 por ciento el gasto por subsidios por enfermedad.
Para las empresas se traducirá en la disminución del ausentismo laboral, que actualmente representa pérdidas equivalentes a 6 por ciento del producto interno bruto, de acuerdo con Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE). Al participar en representación del sector patronal, planteó que el modelo de prevención será útil para aumentar la productividad de sus empleados y, sobre todo, que gocen de una salud digna que les permita alcanzar su máximo potencial personal y profesional.
Arriola Peñalosa resaltó que por la prioridad que se ha dado a la atención y control de enfermedades, más de la mitad del presupuesto del Seguro Social se va a la prestación de servicios del tercer nivel (alta especialidad), 83 mil millones de pesos en 3.3 millones de consultas, mientras en el primer nivel (medicina familiar), la inversión es de 31 mil millones de pesos para proporcionar 84.2 millones de consultas.
Eso tiene que cambiar para fortalecer la prevención y anticiparse a la aparición de enfermedades, subrayó.
En el acto efectuado en el teatro Juan Moisés Calleja el director del Seguro Social explicó que la tecnología digital es la base del nuevo modelo de prevención. El primer paso es que las personas se realicen una evaluación en línea, donde se identificarán factores de riesgo.
La herramienta arroja una evaluación, con base en la cual se determina si el derechohabiente debe acudir a su unidad de medicina familiar (UMF) por ser pre diabético o ya tener la enfermedad, por ejemplo, y de ahí lo canalizarán a la unidad de control metabólico, donde se le dará seguimiento puntual para evitar las complicaciones de la enfermedad, principalmente la insuficiencia renal, daño visual y neuropatía diabética.
Además, se pondrá en marcha la unidad de inteligencia preventiva, en la cual se concentrará la información de los derechohabientes, así como un tablero de control con los datos de cada individuo y su seguimiento en el tiempo.
En una primera etapa, el programa funcionará en Nuevo León, donde 85 por ciento de la población es derechohabiente del Seguro Social. Otro aspecto relevante es la participación de las empresas, con las cuales se firmarán convenios de colaboración para que sus empleados puedan tomar un rato dentro de su jornada laboral para realizarse el chequeo en línea, acudir a la UMF cuando sea necesario para su control o ver a los médicos que acudirán a los centros de trabajo.
El director del IMSS explicó que el modelo será evaluado periódicamente y con base en los resultados en los siguientes seis meses se decidirá la forma de extender su aplicación al resto del país.