La Casa Blanca acorta las actividades del mandatario
Nueva York te odia
Viernes 5 de mayo de 2017, p. 25
Nueva York.
Ni en su casa lo quieren.
Donald Trump regresó a su natal Nueva York por primera vez desde que asumió la presidencia de Estados Unidos sólo para ser recibido con un cacerolazo, personas disfrazadas como personajes de la Guerra de las Galaxias y pancartas en las que se leía: Nueva York te odia
.
Acorralados por una intensa barrera de seguridad ante el arribo del mandatario al portaviones-museo de guerra Intrepid que se encuentra anclado en el lado oeste de Manhattan, en el río Hudson, los manifestantes portaron mantas de repudio y denuncia, desde Trump no es mi presidente
, No a la prohibición/No al muro
, hasta una en que se leía: “México sí pagará por tu impeachment”.
Choferes de camiones, autobuses, taxis y automóviles pitaban en solidaridad con los más de mil manifestantes que esperaron horas la llegada de Trump.
Enfermeras, músicos, académicos, activistas de muy diversas causas dejaron claro que ni en su casa lo quieren (en Manhattan, donde vivía en su torre, Clinton obtuvo 579 mil votos frente a sólo 65 mil para Trump en la pasada elección y la ventaja demócrata fue dominante también en Brooklyn, el Bronx y Queens). Una pancarta sentenciaba: La Gran Manzana contra la naranja podrida
.
Horas antes, un grupo de manifestantes desplegó una manta de unos ocho metros al lado del ferry a Staten Island cuando pasaba por la Estatua de la Libertad con la leyenda: #NOTRUMPNYC
, el hashtag que se utilizó para diversos actos de protesta ante la llegada del presidente a su ciudad natal.
De hecho, y aparentemente con cierta preocupación por el recibimiento y cientos de manifestantes que esperaban su llegada a una cita con el primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, en el hotel Península, a una cuadra de su residencia personal en la Torre Trump, la Casa Blanca anunció la cancelación de esa parte de esta, de por sí, breve visita a esta ciudad.
Con ello dejó sin propósito el enorme esfuerzo de preparativos en materia de seguridad en la céntrica zona de la Quinta Avenida. Su demora, informó la Casa Blanca, se debía a que una ceremonia se alargó y a la espera por el voto sobre la anulación de la reforma de salud impulsada por Barack Obama en la Cámara de Representantes del Congreso.
Por tanto, su arribo a la ciudad ocurrió después de las 18 horas, para llegar a un coctel y cena para unos 700 huéspedes con el primer ministro Turnbull en el portaviones, todo para recordar la Batalla del Mar Coral hace 75 años en la que fuerzas estadunidenses y australianas combatieron de manera conjunta.
Cuando algunos de los asistentes llegaban a la zona, se vieron obligados a pasar a un lado de los manifestantes que coreaban sinvergüenzas, sinvergüenzas
. Uno, disfrazado de la Princesa Lea, con tacones, les decía en voz dramáticamente dulce y un poco siniestra, bienvenidos a la protesta y disfruten su cena
, mientras portaba una caja azul del estilo inconfundible de la famosa joyería Tiffany’s, pero en lugar del nombre original, con el mismo tipo de letra, se leía: Tiranía
.
Tan bienvenido se siente en su ciudad que no pernoctará aquí, sino que viajará a uno de sus campos de golf, el Trump National Golf Club, en Bedminster, Nueva Jersey, del otro lado del río.