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Hace 70 años fueron descubiertos y permanecen como la Capilla Sixtina de América

Recuperan el esplendor de los murales del cuarto tres en la zona de Bonampak

Faltan dos aposentos de limpiar, conservar y reintegrar la cromática, informa el INAH

Foto
Detalle del arte pictórico que los mayas plasmaron en el sitio arqueológico de Bonampak, en la selva lacandona, en Ocosingo, Chiapas. Los murales ocupan unos 250 metros cuadradosFoto Mauricio Marat/ INAH
 
Periódico La Jornada
Miércoles 29 de marzo de 2017, p. 6

A 70 años de su descubrimiento, los murales de la zona arqueológica de Bonampak, luego de los trabajos de conservación en las escenas del así denominado cuarto tres del Templo de las Pinturas, son una reiteración de las palabras dichas por Salvador Toscano: Bonampak viene a probar que los mayas eran, antes que nada, estupendos artesanos y pintores, y que Bonampak era una isla insospechada e insuperable, por la libertad y la excelencia de su composición: la Capilla Sixtina de América.

Varias escenas de esas magistrales obras que salieron de las tinieblas hace siete décadas, a la luz de la antorcha del explorador Giles Greville Healey y a su guía, el lacandón Chan Bor, que llegaron a ellas cuando seguían el rastro de un venado, ahora son recuperadas y redescubiertas por restauradores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).

El cuarto tres, paradigma

En un comunicado, el instituto informó que por secuencia arquitectónica, las formas y los colores que colman los muros y la bóveda del cuarto tres –la primera habitación en la que se adentraron en 1946 el aventurero estadunidense y Chan Bor–, solían ser los últimos en recibir tratamientos de conservación por los especialistas.

Sin embargo, en 2009 la restauradora Haydeé Orea, directora del proyecto de conservación de los murales y coordinadora de la sección de conservación del Centro INAH Chiapas, propuso comenzar la intervención en sentido inverso, del cuarto tres hacia el uno. (Trabajos que detalló La Jornada en estas páginas el 7 de octubre de 2014).

Tras la conservación de su bóveda y tres muros, realizada tiempo atrás, en los últimos meses de 2016 restauradores del Centro INAH Chiapas –con apoyo de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural de la institución– regresaron al pequeño sitio localizado en la espesura de la selva lacandona, en Ocosingo, Chiapas, para avanzar en la conclusión de esos trabajos.

El resultado obtenido en el cuarto tres será el paradigma para emprender tareas de limpieza, conservación y reintegración cromática en el otro par de cuartos, los cuales tienen mayor cantidad de intervenciones, explicó el INAH. Los tres aposentos albergan alrededor de 250 metros cuadrados de pintura prehispánica maya.