Xalapa, Ver.

El médico Jorge Alberto Castro Solís, director de la clínica Alem’s de Poza Rica, fue identificado como una de las 11 personas ultimadas, cuyos cuerpos fueron abandonados en una camioneta en la calle Graciano Sánchez, del fraccionamiento La Tampiquera, municipio de Boca del Río, casi a la medianoche del 28 de febrero. Los otros 10 cadáveres fueron reconocidos el 2 de marzo, informó el gobierno del estado.

Según los reportes policiacos, ese martes Castro Solís fue privado de la libertad por sujetos armados cuando se disponía a dejar a su hijo en el colegio Tepeyac de la ciudad de Poza Rica, donde residía.

El 4 de marzo, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, en rueda de prensa difundió los tatuajes del último cadáver pendiente de identificar, a fin de que los ciudadanos aportaran información.

Esta persona fue sometida a un trato más cruel que las demás víctimas, y el que no haya sido reconocido nos da la hipótesis de que podría ser una persona relevante en estos hechos, aseguró en esa ocasión el gobernador.

En un proyector se difundieron las imágenes de los tatuajes; uno en forma de escudo y dos con la leyenda: Doctor Dom y Magaly. De inmediato, los familiares identificaron a Castro Solís como una de las víctimas.

En septiembre del 2016, la esposa del director de la clínica Alem’s, la ginecóloga Lizeth Magali Quinteno Rivera, fue asesinada cuando manejaba su camioneta con rumbo a la Ciudad de México, en un presunto asalto.

Tras la difusión de los tatuajes, un día después, la familia del médico identificó el cuerpo ante las autoridades. En un comunicado emitido por la Fiscalía General del Estado (FGE) se informó que Castro Solís tenía dos carpetas de investigación en su contra, por presuntos vínculos con la delincuencia organizada.

Ante los señalamientos de la autoridad, los familiares han externado su inconformidad en redes sociales. Aseguran que Castro Solís fue una persona bondadosa y dedicada a su trabajo en el área de la salud.