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La situación impide tomar decisiones; paraliza todo: empresario

Intensifica incertidumbre cambio en la política comercial de Estados Unidos
 
Periódico La Jornada
Viernes 17 de febrero de 2017, p. 23

Washington.

Donald Trump lleva menos de un mes en la presidencia y ya está tomando medidas para desmantelar siete décadas de políticas comerciales basadas en acuerdos y alianzas multinacionales que permitieron a Estados Unidos impulsar su economía y las de otros países. Y nadie sabe bien con qué las remplazará.

El vacío puede intensificar la incertidumbre dentro y fuera del país. Al no saberse si el comercio en su forma actual será afectado, los empresarios pueden verse forzados a cambiar sus planes.

El gran problema es la incertidumbre, dice Marcus Moufarrige, de Servcorp, una empresa de Sydney, Australia, que vende espacio y tecnología para oficinas. La incertidumbre impide tomar decisiones. Paraliza todo.

Por ahora los precios de las acciones están subiendo porque los inversionistas se regocijan con la promesa de Trump de que reducirá los impuestos y las regulaciones. Pero su radical ruptura con el pasado produce también inquietud.

Fitch Ratings, por ejemplo, advierte que la incertidumbre que rodea las políticas de Trump puede plantear grandes riesgos, entorpeciendo las relaciones comerciales y generando enfrentamientos que alarman a los inversionistas.

La hostilidad del presidente hacia los pactos comerciales y su desconfianza en viejos aliados provocan un vacío de liderazgo a nivel mundial, que China parece dispuesta a llenar.

El presidente Xi Jinping es el primer líder chino que asistió a la cumbre anual de las elites empresariales el mes pasado en Davos, Suiza. Y aprovechó la ocasión para decir que China es abanderada de la filosofía del comercio libre, papel que tradicionalmente desempeñó Estados Unidos. China es el principal exportador mundial y quiere aumentar su influencia internacional.

Trump no ha dado muchos detalles de sus planes en el campo del comercio, limitándose a presionar a las firmas estadunidenses a que se queden en Estados Unidos y generen empleos, adoptando una línea más dura hacia los acuerdos comerciales y fijando tarifas para las naciones que considera se aprovechan de Estados Unidos.

No hay mucha sustancia en sus políticas, dijo Gordon Hanson, director del Centro de Transformaciones Mundiales de la Universidad de California de San Diego. Consiste en dos cosas: presionar a las empresas de Estados Unidos y un proteccionismo generalizado.

Las empresas que importan o exportan no pueden hacer planes sin saber qué medidas específicas va a tomar o promover.

Trump sostiene que el actual orden perjudica a Estados Unidos, sobre todo a los obreros, exponiéndolos a una competencia injusta de trabajadores extranjeros que ganan mucho menos y a las injustas prácticas comerciales de China y otros. El resultado de esto, afirmó en su discurso inaugural, son fábricas herrumbradas que se esparcen como lápidas por todo el territorio nacional.

Trump ya sacó a Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico entre 12 naciones que había negociado el gobierno de su predecesor Barack Obama. Y se propone renegociar el acuerdo de libre comercio que tiene con México y Estados Unidos, haciéndolo a un lado si no consigue las mejoras que desea.

¿Quién va a querer negociar con nosotros si renegamos de nuestros acuerdos?, preguntó Hanson.

Trump ha dicho que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte con México y Canadá es el peor pacto comercial jamás negociado por Estados Unidos.

Desde que entró en efecto, hace 23 años, el desequilibrio comercial con México ha aumentado ya que muchas empresas se fueron al país vecino para reducir sus costos. Pero los exportadores estadunidenses también se beneficiaron con las compras de México. Y la mayoría de los entendidos dicen que el acuerdo no incidió demasiado en los empleos de Estados Unidos.

Trump ha dicho que quiere renegociar ese acuerdo o desconocerlo. También amenazó con imponer impuestos a las empresas que se trasladen a México y envíen productos a Estados Unidos. Numerosas compañías, no obstante, tienen cadenas de abastecimiento complejas a lo largo de la frontera con México y una salida del acuerdo afectaría sus operaciones.

Trump afirma que su cambio de política, combinado con un recorte de impuestos y menos regulaciones, generará muchos empleos. La mayoría de los expertos se muestran escépticos, dicen que si Estados Unidos impone nuevas tarifas a las importaciones de China o México, ellos responderán fijando impuestos a los bienes estadunidenses. El resultado podría ser una guerra que haría desaparecer muchos empleos.