Sociedad y Justicia
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Demandan que los gobiernos anulen la aplicación de pruebas estandarizadas

Rechazan organizaciones de Iberoamérica la lógica homogeneizadora de PISA

Señalan que la OCDE impone una concepción limitada de progreso en los procesos educativos

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La medición PISA y sus variantes nacionales discriminan, presionan y estigmatizan a regiones, países y pueblos, señalaron organizaciones de profesores, estudiantes y trabajadores universitarios de América y EspañaFoto Carlos Ramos Mamahua
 
Periódico La Jornada
Domingo 11 de diciembre de 2016, p. 41

Luego de la sexta entrega de los resultados del Programa Internacional para la Evaluación de los Alumnos (PISA, por sus siglas en inglés), profesores, estudiantes y trabajadores universitarios de América y España manifestaron su rechazo a la lógica homogeneizadora de los sistemas educacionales que se impone con la prueba.

La Coalición Trinacional en Defensa de la Educación Pública (México, Estados Unidos y Canadá), la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina, la Red Social para la Educación Pública en las Américas y la Confederación de STEs-i de Madrid, así como una decena de organizaciones, demandaron en una carta la anulación de los contratos que los diversos gobiernos han firmado con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para la aplicación de PISA y el término de las pruebas estandarizadas.

En su opinión, con este tipo de exámenes “organismos internacionales como la OCDE han impuesto transformaciones en las políticas en el mundo, alineando los procesos educativos a una concepción limitada de progreso. Esta estandarización incluye la instalación o adaptación de las pruebas nacionales a un parámetro global, mediante la presión ejercida por los rankings”.

Por otra parte, dicen, la estandarización ha impulsado la intensa entrada de empresas privadas en el ámbito educativo, que han desplazado a los ministerios de educación, los docentes, sindicatos y escuelas de la conducción de los proyectos de enseñanza.

Consideran que PISA promueve rankings de países en virtud de los resultados, con los que se pretende neutralizar las enormes diferencias de cada contexto nacional.

Sostienen que el régimen de pruebas homogeneizadas ha significado la eliminación de asignaturas como artes, música, filosofía e historia. El tiempo escolar se ha restructurado para dar cabida al entrenamiento para tener éxito en estas pruebas.

Piensan que la medición PISA y sus variantes nacionales discriminan, presionan y estigmatizan a regiones, países y pueblos. El control y la presión por obtener buenos puntajes recae finalmente en las comunidades de maestros y estudiantes, instalando un régimen de alto estrés que está destruyendo el clima escolar y la estabilidad emocional de las escuelas.