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México SA

Ninis latinoamericanos

Pobreza y educación

Jóvenes e informalidad

L

os más optimistas aseguran que los jóvenes son constructores del futuro, aunque la realidad devela una circunstancia muy distinta, en especial para aquellos que sobreviven en países subdesarrollados y concretamente en América Latina, donde el grueso carece de lo elemental, y en este contexto los mexicanos sobresalen.

La Cepal, junto con la OCDE y el CAF recién divulgaron su más reciente informe (Perspectivas económicas de América Latina 2017; juventud, competencias y emprendimiento), del que se toman los siguientes pasajes. Va, pues.

Los avances sociales y económicos de las últimas décadas han generado expectativas que no han llegado a cumplirse. Las políticas públicas se han hecho más inclusivas durante las últimas décadas, y sectores que habían estado desatendidos durante muchotiempo empezaron a participar en la sociedad. La clase media alcanzó a 35 por ciento de lapoblación de América Latina, creciendo 14 puntos porcentuales durante la última década. Sin embargo, la inclusión de la juventud en la región permanece inacabada.

El 64 por ciento de los jóvenes latinoamericanos viven en hogares pobres y vulnerables y han sido incapaces de acceder a una clase media en expansión. El acceso a una educación de calidad y aservicios de salud, así como la implicación cívica, pueden crear las condiciones propicias para que los jóvenes participen en los mercados laborales y en actividades productivas. En la práctica, muchos jóvenes se ven privados de estas oportunidades. La profunda desconexión entre sus expectativas y demandas y la realidad está alimentando la insatisfacción social y debilitando la confianza en las instituciones democráticas. El resultado es que sólo uno de cada tres jóvenes confía en los procesos electorales en América Latina y el Caribe.

Una quinta parte de los 163 millones de jóvenes que viven en América Latina trabaja en empleos informales y otra quinta parte ni trabaja ni estudia ni se está capacitando (ninis). Esta situación es prevalente entre los grupos socioeconómicos más desfavorecidos. Los jóvenes procedentes de hogares pobres y vulnerables abandonan la escuela antes que sus pares de hogares acomodados y, cuando trabajan, suelen hacerlo en empleos informales. A la edad de 15 años, casi 70 por ciento de losjóvenes de hogares pobres está cursando estudios, mientras que a la edad de 29, tres decada 10 son ninis, otros cuatro trabajan en el sector informal, sólo dos trabajan en elsector formal y uno es estudiante trabajador o estudiante.

La mayoría de los jóvenes que dejan la escuela se suma a la inactividad o a empleos informales en América Latina y el Caribe. Casi la mitad (47 por ciento) de los trabajadores jóvenes desempeñan un empleo informal. La incidencia de la informalidad es mucho mayor entre los jóvenes de hogares pobres y vulnerables que entre los de clase media. Además, el análisis de Argentina, Brasil, México y Paraguay indica que alrededor de 60 por ciento de quienes trabajan en un empleo informal seguirán ocupando un empleo informal un año después, mientras que menos de 30 por ciento se cambiarán a uno formal.

De manera similar, más de 70 por ciento de quienes trabajan en un empleo formal seguirán en ese sector un año después, y sólo alrededor de 5 por ciento se cambiarán a un empleo informal. Así, comenzar en el sector informal y no en el formal puede llevar a resultados del mercado laboral muy distintos. Esto hace pensar que en América Latina existe cierta segmentación del mercado laboral, que hace de la transición de la escuela al trabajo una etapa de particular importancia en la trayectoria futura de los jóvenes.

La cobertura educativa debe ir acompañada de vínculos más fuertes con el mercado laboral. Pese a los notables progresos en educación durante la última década, menos de un tercio de los jóvenes latinoamericanos de entre 25 y 29 años ha recibido algo de educación en colegios universitarios, universidades o institutos técnicos de nivel superior.

Muchos jóvenes latinoamericanos abandonan el sistema educativo demasiado pronto; en consecuencia, un tercio –43 millones– no ha completado la educación secundaria ni está siendo escolarizado. Además, la educación técnica y profesional rara vez ofrece a los jóvenes competencias técnicas, profesionales y de gestión pertinentes y de alto nivel. De hecho, la región exhibe la mayor brecha del mundo entre la oferta disponible de competencias y las demandadas por las empresas. Esto representa un desafío para la región en su tránsito hacia una economía basada en el conocimiento, en la cual los ciudadanos necesitan innovar, adaptarse y aprovechar el avanzado capital humano.

Los mayores porcentajes de jóvenes que no tienen empleo, no estudian ni reciben capacitación se encuentran en Honduras, El Salvador, Guatemala y México, donde las tasas de este fenómeno superan el 25 por ciento. El caso de los jóvenes que no tienen empleo, no estudian ni reciben capacitación está estrechamente asociado con el estrato socioeconómico: 83 por ciento de las mujeres jóvenes y 76 por ciento de los hombres jóvenes que no tienen empleo, no estudian ni reciben capacitación, proceden de hogares pobres o vulnerables. Esta situación contribuye a la persistencia de la desigualdad entre generaciones, impide que las economías de la región aprovechen el bono demográfico e incluso puede asociarse con conductas riesgosas, como el crimen y la violencia.

En América Latina, el fenómeno de los jóvenes que no tienen empleo, no estudian ni reciben capacitación afecta más a las mujeres que a los hombres, aunque muchas de estas jóvenes en realidad contribuyen a la economía con trabajos no remunerados.

El acceso a la educación superior en América Latina se ha ampliado en la última década, pero aún es inferior a los niveles de la OCDE. Entre 2004 y 2014 la matriculación en instituciones de educación superior aumentó de 29 a 44 por ciento de la población de entre 15 y 64 años de edad. Sin embargo, la culminación de este ciclo de enseñanza sigue siendo un problema importante y el potencial de la educación superior permanece sin explotar.

Las rebanadas del pastel

De plácemes está el laboratorio de origen suizo que produce y comercializa el medicamento Valium, porque sus consumidores aumentan a paso veloz según se acerca el día electoral en Estados Unidos. Lo mejor del caso es que todos celebran la globalización cuando en realidad un solo tipejo ha puesto a parir al planeta entero.

Twitter: @cafevega