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Mañana llega a las salas esta cinta sobre la campeona juvenil de ajedrez de Uganda

Entre reinas, torres, alfiles y peones, Queen of Katwe es la inspiradora historia de Phiona Mutesi

El filme es dirigido por la realizadora india Mira Nair y protagonizado por Lupita Nyong’o

Foto
Las actrices Lupita Nyong’o, Madina Nalwanga, quien interpreta a la ajedrecista, y la directora Mira Nair en una imagen tomada de Twitter
 
Periódico La Jornada
Jueves 3 de noviembre de 2016, p. a10

Toronto/Buenos Aires.

La joven ajedrecista ugandesa Phiona Mutesi pisó un cine por primera vez en su vida en septiembre pasado. Y lo que vio en la pantalla del teatro Royal Thomson Hall durante el Festival de Cine de Toronto no fue una película cualquiera: fue su propia historia.

Mutesi, campeona juvenil de ajedrez de Uganda y hoy de 20 años, es la joven de carne y hueso que inspiró Queen of Katwe, el más reciente filme de Disney que tuvo su estreno mundial en el festival canadiense y que llega este viernes a los cines de México.

No podía creer que me estaba viendo en la gran pantalla. Lloré todo el tiempo, confesó Mutesi en entrevista con un grupo reducido de medios en Toronto. Nunca soñé con algo así, fue algo enorme. Cuando pisé la alfombra roja entré en pánico, había gente gritando mi nombre. Pero después de un tiempo fui ganando confianza, dijo.

Dirigida por la cineasta india Mira Nair y protagonizada por Lupita Nyong’o, David Oyelowo y Madina Nalwanga, en el papel de Phiona, Queen of Katwe es una de las apuestas más radicales de Disney hasta la fecha: rodada por completo en el humilde barrio que da nombre al filme en Kampala, Uganda, es protagonizada por niños de escasos recursos y muestra sin barnices la pobreza que los rodea.

No miraba películas ni sabía nada de cine

Yo no miraba películas, no sabía nada sobre el cine, confesó Mutesi, quien aseguró que cuando se enteró de que iban a hacer una cinta sobre su vida, lo primero que quiso es conocer a Nyong’o, Oyelowo y a Nalwanga, una niña sin experiencia actoral previa de un barrio pobre de Uganda. Viene del mismo lugar que yo, así que para ella fue fácil (interpretar mi historia), señaló.

La película se inspira en el libro homónimo del periodista estadunidense Tim Crothers, publicado en 2013, y que previamente había escrito una extensa nota sobre Mutesi para la revista ESPN Magazine, titulada Game of Her Life (El partido de su vida). En ella, Crothers escribió: Phiona Mutesi es una paria. Ser africano es ser un paria en el mundo. Ser ugandés es ser un paria en África. Ser de Katwe es ser un paria en Uganda. Y, finalmente, ser mujer es ser una paria en Katwe.

Mutesi era una más de entre miles de niños pobres de Uganda sin acceso a educación, salud ni alimentación adecuadas cuya principal aspiración para la vida era, como mucho, no perderla en las violentas calles de Katwe. Phiona había abandonado la escuela a los nueve años, porque su madre no podía pagarla. Su padre había muerto de sida cuando ella tenía tres. Poco después murió una de sus hermanas. Ella misma casi muere dos veces por fiebres altas que su madre sospecha fueron malaria.

Tenía 10 años y vendía maíz en las calles cuando descubrió el ajedrez de la mano de su hermano, quien asistía a las clases que impartía Robert Katende, ingeniero que trabajaba para Sports Outreach, fundación que promueve el deporte entre los niños más marginados, en el barrio de Katwe. Phiona quedó inmediatamente cautivada por el ese juego de reinas, torres, alfiles y peones.

Katende, que era un ajedrecista aficionado, sin gran conocimiento ni experiencia, terminaría convirtiéndose en su mentor y entrenador y luchó desde el principio porque Phiona, que había revelado un talento sin igual para el ajedrez, pudiera competir primero en su país –fue campeona juvenil femenina de Uganda en 2007, a los 11 años– y ganara luego, junto a dos compañeros, el título de ajedrez juvenil para Uganda en el campeonato africano de Sudán, en 2009 –experiencia que marcó no sólo su primer viaje en avión, sino su primera oportunidad de dormir en una cama mullida de hotel e ir a un baño con inodoro–.

Poco después, Phiona participaría en las Olimpiadas de Ajedrez de 2010, en Janty-Mansisk (Rusia), a las que siguieron las de 2012 en Estambul, de 2014 en Tromso y la de Baku en septiembre de este año, poco antes del estreno mundial del filme en Toronto. Tres años antes se había dado el gusto de jugar ante su ídolo máximo, el ex campeón mundial Gari Kasparov, en un encuentro de mujeres líderes en Nueva York.

Cuento mi historia para alentar a los niños

En la entrevista, Katende confesó que dar clases a los niños de Kampala es una experiencia no exenta de desafíos. “Pero yo no discuto con ellos. Yo también me crié en los barrios pobres y sé por lo que están pasando. La mayoría de las veces les cuento cosas de mi propia vida para alentarlos. Y eso los lleva a pensar ‘bueno, si el entrenador lo logró...’”. Katende afirma que de niño pasó hasta tres días sin comer. Y eso me ayudó mucho a la hora de guiarlos, sea cual sea la situación que enfrenten.

Si bien la película de Disney muestra sin rodeos las duras condiciones en que vivían Phiona, su madre y sus hermanos –hoy día, gracias a los ingresos obtenidos por el libro y la película, viven en una casita de tres ambientes en una zona mejor–, elige no mostrar la violencia de Katwe, barrio en el que, según el artículo de Crothers, no es raro ver hombres armados con ametralladoras y donde Phiona y sus dos compañeros del equipo ugandés no se animaron en 2009 a guardar el trofeo que habían ganado en Sudán por temor a que se los robaran.

En noviembre de este año, Phiona finalizará sus estudios secundarios, y sueña con ir a la universidad para estudiar abogacía.

Quiero luchar por la libertad y los derechos de los niños. Si echas una mirada a los barrios pobres... ¿quién está dispuesto a hacerlo? Yo quiero, asegura.