El comité de ética de la Cámara de Diputados, encargado de sancionar a los legisladores faltistas que usen el cargo con fines económicos o personales, o bien no se comporten ‘‘con decoro’’ en las sesiones, no se ha constituido porque las bancadas de PRI y PAN disputan la presidencia.

El comité debió quedar integrado desde el pasado 30 de julio, debido al plazo de 90 días que se fijó la propia cámara para echarlo a andar, y en la reunión del lunes pasado de la Junta de Coordinación Política tampoco pudo zanjarse el diferendo.

Durante esa sesión, explicaron diputados, el vicecoordinador del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, insistió en que la presidenta del comité sea la secretaria general de su partido, Carolina Monroy del Mazo.

Presentó como argumentos que fue el Revolucionario Institucional el que propuso el comité, particularmente la citada dirigente priísta, además de que los partidos opositores ya presiden los dos órganos de dirección de la cámara: la mesa directiva, el Partido Acción Nacional, y la Junta de Coordinación Política, el de la Revolución Democrática.

En respuesta, el vicecoordinador panista, Federico Döring, señaló que Acción Nacional también merece presidir el comité porque respaldó al PRI en aprobar el código de ética.

Ante esas posturas, los partidos decidieron tomar un acuerdo en la próxima sesión de la junta, el jueves, cuando regresarán a trabajar los diputados debido al puente que se dieron por las celebraciones de muertos.

Además, a legisladores de distintos partidos les urge que el comité entre en funciones, porque desde el periodo de sesiones pasado, en la mesa directiva se han acumulado quejas contra integrantes del PRD, y principalmente de Morena, por el despliegue de pancartas y declaraciones duras desde la tribuna.

El comité debe resolver sobre las quejas y aplicar las siguientes sanciones: amonestación pública o privada al diputado transgresor del decoro y las buenas costumbres; removerlo del comité o comisiones a las que pertenezca si no asiste a las reuniones de trabajo, y la suspensión de la dieta por los días que falte a la sesión ordinaria.

El diputado contra quien más quejas existen, y al que integrantes de otros partidos quieren ver castigado es Ariel Juárez (Morena), porque desde la tribuna les ha dicho ‘‘ratas’’ a priístas y panistas, les arrojó monedas de chocolate criticando la corrupción e incluso, en uno de los momentos más tensos, les dijo: ‘‘no tienen madre’’.

Ariel Juárez preside la comisión especial de Alimentación, también pendiente de instalarse porque ningún diputado de otro partido quiere inscribirse.

Legisladores del PRI señalaron que el propio Ramírez Marín le recomendó acercarse con diputados para invitarlos a la comisión. Pero por los antecedentes de Juárez, el priísta le advirtió: ‘‘Nadie quiere trabajar contigo’’. Consultado al respecto, Juárez refirió que el PAN ha entregado parcialmente su relación de integrantes, el PRI no ha propuesto a nadie y ‘‘la instalación de la comisión no puede realizarse sin la lista completa’’.

El diputado de Morena comentó que la comisión debió integrarse desde agosto y consideró que el retraso ‘‘puede ser un boicot a mi posición crítica en tribuna. Es una vendetta política’’. Expuso que es tarea de la coordinadora de la bancada, Rocío Nahle García, insistir en la solicitud a los otros partidos para que entreguen su lista. ‘‘El PRI debe quitarse el capricho de no enviar a sus integrantes. Es una forma de entorpecer el trabajo de una comisión especial que no tiene presupuesto. Además, hay intereses en el sector alimentario de políticos que tienen sus empresas y que no quieren que se vean tocados’’, declaró.