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La realizadora Nila Guiss aborda la importancia social y estética de conservar el celuloide

Con más de mil fragmentos inéditos de películas mexicanas, Dispositio abona a la memoria nacional
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Se ven imágenes de Pancho Villa, Emiliano Zapata, Frida Kahlo (en la gráfica), Agustín Lara y Mario Moreno Cantinflas, entre otros íconos del ámbito político, social y cultural del país.Foto cortesía de la producción
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En la imagen se puede apreciar el proceso de restauración de una cintaFoto cortesía de la producción
 
Periódico La Jornada
Lunes 31 de octubre de 2016, p. a17

Historia fílmica, memoria e identidad de México son los elementos que se abordan en Dispositio, primer largometraje documental realizado con fragmentos inéditos de películas mexicanas.

La cinta, una reflexión sobre el resguardo y preservación del archivo fílmico, la cual sucumbe al tiempo con escenas que datan de hace más de 100 años, fue presentada el Día Mundial del Patrimonio Audiovisual en el Centro de Cultura Digital.

Homenaje al cambio de formato, del soporte análogo al digital, es el resultado de más de cinco años de trabajo de la directora Nila Guiss, quien aborda la importancia social y estética de la conservación de las cintas de celuloide.

Es un proyecto histórico con más de mil fragmentos, contado a partir de una perspectiva particular y sincera, que va desde la memoria individual hasta la de México, expresó Guiss en entrevista con La Jornada.

La película es un esfuerzo de más de 200 cineastas, 20 preservadores fílmicos y la inversión de todos los mexicanos que tiene que verse reflejada en la evocación del recuerdo colectivo.

En Dispositio, lugar donde se depositan los fragmentos de memoria y olvido, se aprecian simbólicas imágenes de Pancho Villa, Emiliano Zapata, Frida Kahlo, Agustín Lara y Mario Moreno Cantinflas, entre otros íconos del ámbito político, social y cultural del país.

Fue un ensayo y error que requirió de 4 mil 700 horas para digitalizar los rollos de película, revisar cada lata que se destapó además de otros elementos de posproducción, declaró la realizadora.

La también presidenta de la Asociación Mexicana de Artistas y Profesionales del Cine y el Audiovisual AC, se enfrentó a diversos retos durante la realización del documental.

Burocracia

Una de las mayores complejidades fue la burocracia, al no contar México con una legislación enfocada en los archivos fílmicos; es difícil basarse sólo en la Ley de Cinematografía. El derecho de autor fue otro problema bastante fuerte, y por último la falta de presupuesto para la digitalización.

La artista audiovisual pretende desafiar miradas y enfoques y así llegar a diferentes públicos para dar a conocer lo que sucede en torno a este sector de la industria fílmica.

“Hay millones de mexicanos que no saben que su historia (registrada en películas) se echa a perder día con día… se habla de tesoros inéditos que deberían estar en catálogos de archivo, como en otros países”, detalló.

Guiss también busca transformar el sentido sobre la restauración fílmica y derrumbar la idea de que el archivo y el documental son aburridos.

Como directora y restauradora, Dispositio representó una catarsis; dejé mi vida en esto porque es difícil hacer cine, pero lo es más hacer cine de archivo siendo mujer en un medio en el que la mayoría de los artistas son hombres, resaltó.

El proyecto cinematográfico fue apoyado por más de 20 instituciones públicas, entre ellas, el entonces Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (hoy Secretaría de Cultura), y la Cineteca Nacional.

También se contó con la colaboración de la Filmoteca de la UNAM, así como organizaciones sociales y diferentes empresas.