Opinión
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México SA

Industria: mal y de malas

Se desacelera la actividad

Demagogia: ¿quién gana?

M

al y de malas, la actividad industrial en el país mantiene su tendencia descendente ante la mirada impávida de la autoridad que presuntamente debería actuar de inmediato para dar soporte a uno de los sectores estratégicos de la actividad económica. Sin embargo, tal autoridad día a día refrenda que, para ella, la mejor política sectorial es aquella que no existe.

De hecho, hasta las entidades tradicionalmente consideradas las más poderosas, por ser las de mayor industrialización en la República y peso específico dentro del producto interno bruto del país reportan números preocupantes, como en el caso del otrora Distrito Federal y Nuevo León. En el primer semestre del año la ahora denominada Ciudad de México registró un crecimiento –por llamarle así– de la actividad industrial de apenas 0.4 por ciento (en junio se desplomó 1.4 por ciento), mientras en la entidad norteña cayó 1.2 por ciento (en el sexto mes del presente año la caída fue de 0.8 por ciento).

Como bien lo advierte el Centro de Investigación en Economía y Negocios (CIEN) del Tecnológico de Monterrey, campus estado de México, la realidad de la actividad industrial de nuestro país presenta resultados mixtos. Si bien la mayoría de las entidades exhibe cifras favorables, aquellas con una mayor participación en la industria nacional y con mayor peso específico en el producto interno bruto del país muestran incrementos marginales o, en el peor de los casos, se encuentran en terreno negativo. Por lo anterior, urge la puesta en marcha de una estrategia a nivel nacional que impulse el fortalecimiento de la industria buscando el beneficio no sólo de algunas entidades. Es necesario realizar una planificación adecuada para focalizar las fortalezas económicas de cada zona del país y con base en ello tomar acciones que permitan el desarrollo potencial de dicha región.

La actividad industrial de nuestro país ha comenzado a desacelerarse, anota el CIEN, y señala que la incertidumbre generada en el ámbito internacional y el ritmo de crecimiento más lento en Estados Unidos no han permitido que el aparato exportador mexicano alcance los niveles observados durante años posteriores. De manera interna, la mayoría de las entidades del país presenta cifras positivas en su actividad industrial local; sin embargo, su participación a nivel nacional es menor en comparación con otros estados cuyas tasas de crecimiento no han sido del todo favorables.

Durante junio pasado las entidades con los crecimientos más significativos fueron Quintana Roo (54.1 por ciento), Aguascalientes (19.1) y Nayarit (17.2), entidades que en conjunto apenas aportan 3 por ciento del total de las actividades secundarias; en contraste, Zacatecas (-24 por ciento), Veracruz (-13.3) y Campeche (-8.3) contribuyen con el 17 por ciento de la actividad industrial nacional.

El panorama de la actividad industrial en México durante el primer semestre de 2016 presentó a 12 entidades de la República con una tasa de crecimiento acumulada negativa respecto del mismo periodo de 2015. Zacatecas (-9.9 por ciento), Veracruz (7.2) y Campeche (-7) tuvieron retrocesos más significativos, pero tampoco se salvaron Baja california Sur (-3.6), Oaxaca (2,5), Guerrero (-2.3), Chiapas (-2) y Tamaulipas (-1.2).

De esta forma, aunado a una menor producción del hidrocarburo, las cifras en torno a su actividad industrial se han visto limitadas de manera importante. Para el caso de Zacatecas, su comportamiento negativo encuentra explicación en la evolución reciente de la minería. Una de las principales actividades económicas de dicha entidad que se ha visto afectada por la crisis que afronta el sector minero desde el año pasado.

Por otro lado, Quintana Roo (14.7 por ciento), Sinaloa (11.6) y Colima (9.4) exhibieron las tasas de crecimiento más elevadas en el primer semestre; no obstante, su participación en la actividad industrial nacional es pequeña comparada con otras entidades como la Ciudad de México (0.4 por ciento), Jalisco (3.3), estado de México (4.2), Nuevo León (-1.2) y Tabasco (-0.8), y su participación conjunta en las actividades secundarias del país ascienda a más de 30 por ciento, detalla el citado centro de investigación.

Así, con todo y que 20 estados del país reflejaron variaciones positivas, ello ha sido insuficiente para revertir la desaceleración industrial observada a nivel nacional. De hecho, al revisar las tendencias de las entidades con mayor participación en la actividad industrial nacional se observa un escenario heterogéneo. Nuevo León, Jalisco y estado de México presentan ligera trayectoria positiva, a diferencia de la Ciudad de México, Tabasco, Veracruz y Campeche con movimientos a la baja.

En cuanto a los ciclos, explica el CIEN, la situación luce más complicada debido a que únicamente el estado de México presenta un comportamiento positivo. Si bien la Ciudad de México todavía se localiza por encima del potencial, la trayectoria de su ciclo resulta negativa. Por su parte, Jalisco, Nuevo León, Campeche, Veracruz y Tabasco exhiben un movimiento a la baja en su ciclo, el cual se localiza por debajo de la tendencia a largo plazo. De esta forma, cabe esperar que la recuperación industrial de estas entidades no se presente en los meses venideros, situación que afectará la evolución global de la actividad industrial de nuestro país.

Por otra parte, el CIEN detalla que en septiembre pasado el Índice Nacional de Precios al Consumidor registró una tasa de crecimiento anualizada de 3 por ciento. A su vez, los precios al productor se incrementaron 6.4 por ciento), escenario que de mantenerse en los próximos meses podría tener un impacto significativo en los niveles de inflación. Por objeto del gasto, los alimentos (4.5 por ciento, contra 2.9 en igual mes pero de 2015) fueron los productos con alza más significativa de precios, rubro seguido por los servicios de salud y la educación (4.1 por ciento en cada caso).

Por nivel de ingreso los más afectados por el impacto inflacionario fueron aquellos que devengan entre uno y tres salarios mínimos, mientras los menos golpeados se ubicaron en el rango de más de seis salarios mínimos.

Las rebanadas del pastel

Que dice el inquilino de Los Pinos que las redes sociales son tierra fértil para la demagogia (empezando por la de su gobierno) y abren la puerta para soluciones mágicas o promesas irrealizables (como las de él mismo)... Y el dólar cerró semana financiera en 19.42 micropesitos.

Twitter: @cafevega